Una taza de café caliente es lo único que mucha gente necesita para iniciar el día al 100. Esta deliciosa bebida se ha convertido en uno de los productos más importantes a nivel mundial.
De hecho, su valor es de aproximadamente 100 billones de dólares y es el sustento de miles de familias que se encargan de supervisar cada proceso para que tú puedas degustarlo cuando lo desees.
No obstante, el impacto de la caficultura que integra toda la actividad de producción y comercialización del café, continúa siendo negativo. Lo que pone sobre la mesa la importancia de fortalecer y construir el camino hacia el futuro del café orgánico a nivel mundial, pero no solo eso… sino el valor de comenzar a integrar la agricultura regenerativa.
El impacto de la caficultura
Tan solo en México existen aproximadamente 280,000 productores de café. Gran parte de ellos viven en zonas marginadas y no cuentan con las herramientas necesarias para trabajar de manera digna.
Esto se agrava más si tomamos en cuenta que cerca del 80% de la producción es para la exportación, y Chiapas es el principal productor nacional. Por otra parte, México, también es uno de los principales productores de café orgánico.
Mientras que a nivel ambiental y de acuerdo con una investigación del Real Jardín Botánico de Kew de Londres, se calcula que cerca del 60 % de las especies de café silvestre del mundo están en peligro de extinción a causa del cambio climático, la deforestación y otras malas prácticas.
Todo este impacto social como ambiental que genera una taza de café ha motivado a que en diversas partes del mundo se generen iniciativas y proyectos que busquen reducir esta huella. Uno de ellos es Hala Tree Coffee Farm, que consta de 100 acres que buscan cultivar café orgánico y fortalecer el uso de la agricultura regenerativa.
Un café muy sostenible
Danielle y Jean Orlowski son los responsables de Hala Tree Coffee, un espacio que descubrieron durante un viaje que les mostró el verdadero significado de la sostenibilidad y les permitió convertirse en defensores de la agricultura orgánica más allá de su propia superficie.
Nuestra motivación para hacer una carrera en la agricultura surgió del amor por la tierra. Queríamos trabajar con esta isla, no sacarla de ella, y dejarla aún mejor de lo que la encontramos.
Danielle y Jean Orlowski.
Para cumplir con esto, ambos se han encargado de desarrollar un sistema que permita construir una red de productores de café con ideas afines que buscan ser completamente orgánicos y que reconocen que la necesidad de integrar la agricultura regenerativa para abordar el desafío que genera cultivar en general.
La agricultura regenerativa es aquella práctica que integra la gestión integral de la tierra. Esto significa que los agricultores emplean técnicas que devuelven los nutrientes y otros elementos a la tierra en lugar de solo quitárselos.
Este tipo de sistemas se centran en desarrollar prácticas que se enfocan en construir suelos de alta calidad, retener el agua de lluvia, mejorar el ciclo del agua, aumentar la biodiversidad y promover el bienestar humano y animal.
Centrándonos en este caso de éxito de Hala Tree Coffee Farm, aprender las complejidades del cultivo desde cero puso en manifiesto la necesidad de prácticas orgánicas desde el principio. Si bien la sostenibilidad es importante sin importar dónde se viva, vivir en una isla aumenta la urgencia.
Nuestro suelo, nuestros árboles y nuestra agua eventualmente se conectan al océano que rodea Hawai. Si bien queremos cuidar la isla en sí, las consecuencias de no usar prácticas orgánicas pueden llegar a los Estados Unidos continentales y más allá, transportados por las corrientes.
Danielle y Jean Orlowski.
De acuerdo con ellos, incluso las granjas pequeñas dejan un efecto duradero, tanto positivo como negativo, en el medio ambiente a nivel mundial y en el caso de Hawái, se debe importar grandes cantidades de productos; lo que resulta en la liberación de 600,000 libras de CO2 a la atmósfera por cada vuelo desde San Francisco a Hawái, así que sí, la agricultura regenerativa es imprescindible.
Cómo impulsan la agricultura regenerativa
Una forma importante de hacerlo es cambiando la forma en que se realiza la agricultura, especialmente para cultivos clave como el café. Además, la zona en la que se ubica la granja permite que la mezcla de lluvia, suelo de calidad, sol y elevación en la isla crea el ambiente perfecto para cultivar granos de café.
Las condiciones realmente no pueden reproducirse en ningún otro lugar, y es por eso que la comunidad cafetalera de Kona es una apasionada del medio ambiente y nuestra isla. En Hala Tree, nos enfocamos en dos áreas clave: nuestro suelo y nuestros árboles.
Danielle y Jean Orlowski
Partiendo de esto, se han enfocado en impulsar la regeneración de la capa superior del suelo a través del uso de mani perenne que funge como una cobertura del suelo que lo nutre.
Nuestra granja, como la mayoría de las fincas cafeteras de Hawai, cubre áreas inclinadas propensas a escorrentías. La cobertura del suelo es vital para estabilizar nuestro suelo; Nos centramos en la pieza regenerativa eligiendo materiales que devuelven al suelo.
Danielle y Jean Orlowski.
Cuando llega la temporada de poda y recorte de granja, se encargan de utilizar fertilizantes naturales hechos de espinas de pescado en toda la granja y fomentan que la vida silvestre mantenga su rutina natural, ya que de ella también depende que el suelo se mantenga saludable.
Por otra parte, se plantan continuamente árboles en la granja para aumentar el secuestro de carbono y con ello fortalecer toda la labor que se realiza para reducir el impacto de la caficultura.
Otra de las iniciativas para seguir impulsando la agricultura regenerativa es ayudar a otros agricultores locales a obtener la certificación orgánica. Este proceso inicial puede llevar mucho tiempo y ser costoso para las granjas pequeñas.
Sin embargo, al sumar más granjas a la red, se puede seguir construyendo el camino orgánico y equipar mejor a la comunidad agrícola para adoptar la agricultura regenerativa.
La sostenibilidad nos conviene
Las granjas más pequeñas tienen la posibilidad de ganar más si se vuelven orgánicas, pero el costo inicial para obtener esa designación puede ser prohibitivo porque los materiales, herramientas, procesos y mano de obra pueden ser costosos.
Además, las granjas también deben ser completamente orgánicas durante tres años antes de que se pueda otorgar una certificación, agregando una inversión de tiempo además del costo. Para una pequeña granja con solo unos pocos acres, esto puede ser imposible de lograr solo.
Por esta razón, en Hala Tree Coffee Farm, se han encargado de brindar asesoría y ayuda a las granjas más pequeñas con las que comparten recursos y, en algunos casos, gestionan una superficie para apoyar su viaje hacia la certificación orgánica.
Nuestros socios pagan una tarifa o comparten una parte de su cosecha con nosotros a cambio, logrando que la agricultura orgánica sea alcanzable y al mismo tiempo garantizando que aún vean ganancias. Es una forma de agricultura regenerativa en si: estamos invirtiendo en la comunidad que invirtió en nosotros, manteniendo todo lo local.
Danielle y Jean Orlowski.
Todo esto ha puesto en relieve que las discusiones sobre sostenibilidad pueden parecer abrumadoras y difíciles, tenemos la oportunidad en la comunidad agrícola de mostrar comunión, apoyo y positividad, y tal vez mejorar los productos y las ganancias en el camino.
Empero, trabajando en equipo se puede ir mejorando las condiciones para fomentar que el café sea más sostenible cada vez y que a esta lucha se le vayan sumando más empresas y organizaciones.
