Iris Pérez
La Gobernanza, el cambio climático, la salud y la educación se han convertido en la actualidad en los temas más importantes para todos, no solo para la población a nivel mundial sino también para el sector empresarial.
En el panorama empresarial actual la sostenibilidad y la Responsabilidad Social Empresarial (RSE) se han convertido en imperativos fundamentales para el éxito a largo plazo, dejando ver, que no solo se trata de maximizar las ganancias o beneficios, sino dejar una huella de manera ética y sostenible en el mundo.
Las empresas que hoy han adoptado un enfoque sostenible, han demostrado que un solo proyecto puede cambiar la forma de vivir de las comunidades, la forma en que consumen alimentos e incluso que la basura puede ser una fuente de trabajo y aporte al medio ambiente por medio del reciclaje.
A diferencia de un gobierno, las empresas socialmente responsables se comprometen con la transparencia y la rendición de cuentas, generando confianza de manera interna y externa.
Las ventajas comerciales de la sostenibilidad y la RSE son muy significativas, a menudo atraen talento comprometido y motivado, evidenciando que los consumidores de hoy en día prefieren las marcas que reflejen un valor a la sociedad, convirtiéndolas en una competencia clave comercial.
Las empresas en la actualidad ven la sostenibilidad y la RSE como inversiones estratégicas en lugar de simples gastos adicionales que no tienen aporte.
Hoy una empresa que practica estas dos variantes se prepara para los desafíos del mañana y contribuyen a un mundo más justo, equitativo y habitable para todos.
Los desafíos principales de la sostenibilidad y la RSE incluyen la necesidad de encontrar cierto equilibrio entre el crecimiento económico y la protección al medio ambiente, así como la promoción del bienestar social.
Las oportunidades incluyen la innovación en productos y procesos, la mejora de la reputación de la empresa y la creación de las relaciones con partes interesadas.
A las variables más importantes también se suma la comunicación, ya que es parte indispensable de la socialización y visibilidad de la empresa, justamente el publicar estas acciones se convierte en la opinión pública de la compañía a través de una buena mirada por parte de nuestros trabajadores y principalmente de nuestros clientes, transformándose así en empresas sostenibles.
Sin embargo, el camino para una empresa sostenible, es largo, y existen desafíos por afrontar, como la integración de una estrategia corporativa, esto implica el cambio de enfoque de las ganancias a corto plazo, y a largo plazo impactos sociales y ambientales.
Los costos iniciales y el retorno de la inversión, dentro de ellos la capacitación de personal y la restauración de procesos, una empresa debe pensar en la medición y rendición de cuentas, con métricas claras que midan el impacto que tendrán sus iniciativas en la sociedad.
Otro de los desafíos es el cambio climático y las regulaciones ambientales, que se deben adaptar a las demandas regulatorias, como la reducción de emisiones, el manejo de los recursos y el cumplimiento de las normas cada vez más estrictas y cambiantes a nivel global y local.