Robin Chase, empresaria de autos compartidos de la ciudad de Boston, Massachusetts, aseguró que el futuro de la movilidad en las grandes ciudades es la cultura de los autos (y los proyectos) compartidos, lo cual ayudará a combatir el cambio climático del planeta.
Al impartir su conferencia magistral «Liderazgo en la Transformación de la Movilidad», en la apertura del X Congreso Internacional de Transporte Sustentable, Chase expuso su experiencia en la creación de las empresas BuzzCar y ZipCar, plataformas para fomentar el auto compartido y la necesidad de compartir el auto para evitar el calentamiento global.
Alertó de los pronósticos científicos de que en 2100, la temperatura del planeta se incrementará en cuatro grados centígrados, pero hasta en seis grados si los países no se comprometen a reducir sus emisiones contaminantes.
Ejemplificó que el incremento en la temperatura del planeta es tan peligroso y mortal como conducir sobre hielo a 90 millas por hora. «Es algo mortal, no va a haber ya humanos, ese será el final», exclamó.
Además, dijo que atender ese problema no es algo del futuro, sino algo actual.
Sobre las plataformas tecnológicas y trabajar en conjunto con especialistas de diferentes ámbitos, destacó que reduce el tiempo de ejecución de los proyectos, genera más ganancias y se hace un uso más eficiente de los recursos.
Por ello, uno de los negocios que más éxito puede tener al usar la filosofía del trabajo compartido o colaboracionismo es el de la movilidad en automóvil particular.
Puso como ejemplo el caso de ZipCar, un sistema en el que cada auto lo usan al día entre 30 y 40 personas y en el que por cada auto del sistema, dejan de circular 15 automóviles particulares y por cada auto menos en la calle se liberan tres cajones de estacionamiento.
Además, que quienes conducen un auto compartido, pasan 80 por ciento menos tiempo manejando que si tuvieran un auto propio.
Agregó que con el sistema, con 10 mil autos, se dejaron de comprar 150 mil vehículos, lo cual es un impacto considerable en la gasolina que se dejó de consumir.
Sin embargo, dijo Chase, no sólo es por el ahorro en gasolina, sino la reducción de emisiones contaminantes, que calculó en 1.7 millones de metros cúbicos de dióxido de carbono que se han dejado de liberar.
«El futuro de los autos es 100 por ciento compartido», afirmó la empresaria, quien agregó que muchos de los fabricantes de autos tienen que hacer ya una fabricación compartida y comprender que todo va a ser compartido, porque las ciudades se están volviendo cada vez más densas y «no podemos tener una familia con un auto por cada miembro de la familia».
Entre los beneficios de trabajar en conjunto y de compartir responsabilidades y aportaciones, Chase destacó tres premisas: el tiempo se reduce al máximo, se puede aprender más rápidamente y de manera exponencial y se genera una dinámica poderosa para impulsar los proyectos.
Fuente: El financiero