Muchas empresas, sobre todo familiares, surgen cuando se presenta una oportunidad de negocio, ya sea por un conocido en el gobierno o un evento coyuntural, y tienen como primera instancia un fin económico.
Muchas veces no existe una aportación a la sociedad de largo plazo y por lo tanto no existe una misión ni visión del negocio.
Con el paso del tiempo, estas empresas, por no tener un plan de negocio organizado y sostenible y con el fin de mantenerse en el mercado, pueden estar tentadas a caer en prácticas no recomendables.
Por esta razón, estas empresas pierden el acceso a créditos bancarios y por supuesto al mercado de capitales, que permitiría mejorar su productividad y fomentar la innovación.
Procurar un plan sostenible económicamente y con responsabilidad social a largo plazo. Esto es, definir que todos sus productos, servicios e información financiera y fiscal se mantengan dentro del marco legal y ético.
La empresa tiene una responsabilidad social con los interesados en la misma, por lo que la generación de una visión clara de un futuro sostenible expresado en un plan de negocio será capaz de llevar a la compañía al liderazgo del mercado, con excelente imagen y una buena rentabilidad.
El Economista Opinion : – – P12
