La editorial estadunidense Marvel Comics presentó la semana pasada al primer superhéroe indocumentado, El Halcón, un joven de origen mexicano que adquirió la capacidad de volar luego de ser capturado por un grupo antimigrante que lo entregó a un científico loco.
Hace casi 20 años, cuando Stan Lee –fundador de Marvel, creador de cientos de personajes– visitó la ciudad de México para la convención de historietas La Conque 1996, ofreció propiciar que hubiera un héroe mexicano en la empresa que él cimentó. No cumplió.
Ahora el guionista Nick Spencer y el dibujante Paul Renaud, al lado del colorista Rómulo Fajardo, cumplen la promesa en un volumen cuya portada fue obra de Daniel Acuña.
Ninguno de los autores es de origen latinoamericano; los dos primeros son estadunidenses, y Fajardo y Acuña son filipino y español, respectivamente.
El origen del nuevo Halcón mezcla una paráfrasis de la vida cotidiana con la fantasía que sólo las historietas pueden ofrecer. Joaquín Torres es un mexicano que a los seis años se avecindó con su familia en Estados Unidos de manera indocumentada, y de mayor ayudaba a los aspirantes a indocumentados con agua, comida y cobijas en el desierto de Arizona.
Genes de aves y vampiros
Joaquín fue víctima de fanáticos de ultraderecha que lo entregaron a Karl Mallus, villano que realiza experimentos genéticos y que apareció por primera vez en 1980, en el cómic de la Mujer Araña.
Mallus combinó los genes de Joaquín con los de aves y vampiros: el resultado fue un ser con la capacidad de volar y regenerarse.
Joaquín fue presentado en el número 5 de la serie Sam Wilson: Captain America como heredero del nombre El Halcón, en una historia en la cual Steve Rogers, el Capitán América original, pierde sus poderes y es sustituido por su compañero de aventuras desde la década de 1970, Sam Wilson, personaje que el gran público conoció en la película Capitán América y el Soldado del Invierno (Joe y Anthony Russo, 2014). Sam es el nuevo Capitán y Joaquín su compañero.
Fuente: La Jornada