La responsabilidad social empresarial se ha explicado como un compromiso en el que las empresas buscan contribuir al desarrollo económico de forma ética. Además de centrarse en mejorar la calidad de vida de sus empleados y las comunidades donde operan. Sin embargo, de acuerdo a la información de Sustainable Brands, recientes estudios revelan que el interés de los consumidores hacia éstas iniciativas ha decaído.
Pero la verdadera RSE es imprescindible, ya que podría tiene la capacidad de responder a los desafíos sociales y ambientales que se plantean; manteniendo la rentabilidad, buscando maximizar los impactos positivos, minimizar los negativos y haciendo mejores corporaciones al atender estas
¿La RSE corre en peligro?
Según los datos de Gallup, en los últimos 18 meses, se ha producido una vertiginosa oleada de investigaciones que predicen el colapso de las prácticas empresariales sostenibles. Se sostiene que los consumidores están cada vez más cansados de que las empresas tomen posiciones sobre cuestiones sociales y políticas.
Se estima que el apetito de los consumidores estadounidenses por escuchar a las empresas sobre eventos actuales ha caído un 10% en los últimos dos años. De acuerdo con los estudios realizados, a veces los consumidores solo quieren hacer una compra sin considerar una gran cantidad de implicaciones éticas.
Sin embargo, esto no quiere decir que la RSE esté en peligro. De hecho, hay un sinfín de investigaciones que demuestran que los consumidores quieren comprar de forma sostenible y que las empresas quieren saber qué están haciendo para minimizar su impacto.
Además de estar demostrado que los consumidores gastaron más 44 000 millones de dólares en marcas sostenibles en 2023. De acuerdo con estos resultados, el problema son los discursos engañosos. Si bien los consumidores pueden desconfiar de que las empresas comenten sobre todas las cuestiones sociopolíticas, aún así valoran y buscan productos y prácticas sostenibles.
¿Cuál es el interés de los consumidores por la RSE?
Generalmente se acusa a las empresas de no esforzarse lo suficiente para alcanzar la sustentabilidad y caer en el greenwashing. Una práctica en la que las empresas proyectan una imagen de sostenibilidad o responsabilidad ambiental que no refleja fielmente sus acciones reales. A menudo, esto implica exagerar o falsificar compromisos ecológicos para atraer a consumidores conscientes del medio ambiente, sin realizar cambios significativos en sus operaciones.
Es innegable que los discursos sobre RSE han recaído en lo superficiales, sin embargo, esto no significa que la sostenibilidad haya perdido su importancia para los consumidores. El interés cada vez menor del público en el activismo empresarial no es un llamado a que las empresas permanezcan en silencio y se concentren únicamente en las ganancias, sino que es una demanda de autenticidad y relevancia en los mensajes corporativos.
Es bien sabido que la creencia de que una empresa apoya causas que le importan al consumidor es un factor decisivo para la salud de la reputación de la marca. Aquí es donde el activismo corporativo ha fallado: cuando el mensaje es inconsistente con la relación de los clientes con la marca/negocio, puede hacer que tanto el público externo como el interno se sientan desconectados.
La lealtad a la conciencia ambiental
Estudios anteriores indican que con el paso del tiempo los consumidores se han vuelto cada vez más sensibles a las actividades de responsabilidad social de las empresas. Para mantener esa lealtad las actividades deben estar enfocadas en la sostenibilidad y estar alineadas con su propuesta de valor única. Al centrarse en los objetivos aquellos compromisos que se generan sirven como un mapa que además de marcar el camino da oportunidad a ser integrados de manera holistica en todas las áreas y medir el resultado de los mismos.
La relación entre una empresa y sus clientes se basa en la integridad, la fiabilidad y la confianza. Estos pilares se refuerzan mediante la coherencia. Con un enfoque en la transparencia las empresas pueden promover sus logros sostenibles de manera confiable fortaleciendo tanto su reputación como su impacto positivo en el mundo. Al hacerlo, crea una sinergia poderosa que impulsa tanto el impacto social como el éxito empresarial.