Cuando el inversor más poderoso del mundo habla, los negocios responsables prestan atención, ¿o no?
En una nota de HBR, Andrew Winston comentó que ha asistido a conferencias sobre negocios verdes o sostenibles por más de 15 años y ha trabajado de cerca con altos ejecutivos de multinacionales en estrategias de sostenibilidad. Aunque el cambio climático ya está creando riesgos y oportunidades materiales para las empresas y las expectativas de las partes interesadas sobre la responsabilidad social están aumentando claramente, los inversores no les piden cuentas a los CEO sobre su desempeño sostenible.
¿Es posible que eso finalmente esté por cambiar?
¿Quién es Larry Fink, el inversor más poderoso del mundo?
Larry Fink, el hombre que dirige BlackRock, el fondo de inversión más grande del mundo, es llamado «Mr. Fix-it», es decir, «El reparador», un apodo que se refiere a cómo suele solucionar los asuntos en el mercado financiero.
Cuando «Mr. Fix-it» habla, todos escuchan. Gobiernos, bancos centrales, multinacionales, inversionistas y congresistas ponen atención a sus palabras porque las decisiones que toma Fink impactan directamente la estabilidad de los mercados, el rumbo de las economías y claro, la vida de las personas.
La carta anual del inversor más poderoso del mundo
En su carta anual a los CEO de S&P 500, Larry Fink, el inversor más poderoso del mundo y CEO de BlackRock, hizo una defensa total tanto de la creación de valor a largo plazo como del propósito corporativo. Fink señaló que los gobiernos fallan en prepararse para los problemas a largo plazo y que «la sociedad recurre cada vez más al sector privado» para enfrentar los desafíos sociales.
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Esta es la frase de Fink, el inversor más poderoso del mundo, que llamó la atención en el mundo de negocios:
La sociedad exige que las empresas, tanto públicas como privadas, tengan un propósito social. Para prosperar con el tiempo, cada compañía no solo debe ofrecer un rendimiento financiero, sino también mostrar cómo hace una contribución positiva a la sociedad.
Todas las cartas del inversor más poderoso del mundo
Andrew Ross Sorkin, reportero financiero del New York Times, escribió un informe resumiendo el mensaje de Fink de «contribuir a la sociedad o arriesgarse a perder el apoyo».
Son buenas noticias. Sin embargo, Sorkin recuerda a todos que este es el cuarto año consecutivo en que la carta de Fink se ha convertido en el argumento para el pensamiento y la sostenibilidad a largo plazo. Aunque el lenguaje de este año es más amplio, el inversor más poderoso del mundo ha estado abordando estos temas por un tiempo:
Carta de 2017: «En sintonía con los factores clave que contribuyen al crecimiento a largo plazo (…) la atención a los factores externos y ambientales (…) y el reconocimiento del papel de la compañía como miembro de las comunidades en las que opera».
Este es el mensaje del inversor más poderoso del mundo para los negocios responsables.
Carta de 2016: «La cultura actual de histeria de ganancias trimestrales es totalmente contraria al enfoque a largo plazo que necesitamos (…) Los asuntos de ESG, desde el cambio climático hasta la diversidad, tienen impactos financieros reales y cuantificables».
Carta de 2015: «Vemos una presión aguda para que las empresas cumplan con los objetivos financieros a corto plazo al costo de generar valor a largo plazo».
Fink ha usado la frase «a largo plazo» 20 o más veces cada uno de estos años. Con estas cartas, BlackRock ha dejado en claro que la gestión de cuestiones como el cambio climático y la diversidad crean valor comercial. Lo que no está muy claro es si las cartas han marcado una gran diferencia.
El autor no está sugiriendo que Fink no sea serio al respecto, sino que hay un problema estructural importante. La mayoría de los billones de BlackRock son inversiones «pasivas» en fondos indexados (e incluso BlackRock señala que los fondos pasivos tienen un impacto limitado en los precios de las acciones). Por lo tanto, no puede mover el capital en función de evaluar qué tan bien las empresas gestionan el valor a largo plazo, a pesar de que posee una parte de cada gran compañía y mantiene activos «a la par del PIB de Japón«.
Tampoco está claro cuánta atención prestan los CEO a estas cartas. El día que salió la carta de este año, Winston habló con un cliente, un CEO de S&P 500. Según él, los líderes que obtienen el valor de la sostenibilidad para su negocio principal ya están haciendo lo que BlackRock quiere, y aquellos que no lo creen pueden no apresurarse a cambiar, ya que el capital no abandonará sus acciones.
¿Qué puede hacer el inversor más poderoso del mundo para aumentar la presión?
Winston le hizo esta pregunta a Ross Sorkin en Twitter. Después de señalar que los fondos indexados no pueden mover capital, dijo que pueden votar para que los directores salgan de las juntas directivas.
They can vote directors off of boards.
— Andrew Ross Sorkin (@andrewrsorkin) January 16, 2018
La idea de cambiar la composición de la junta solía ser una amenaza bastante débil, pero el aumento de los inversores activistas ha puesto a las empresas mucho más nerviosas. Dicho esto, ¿podría BlackRock, un inversor de bajo riesgo e índice, volverse realmente más agresivo? Fink mencionó en la carta de este año que deben ser agentes activos y estar comprometidos con los clientes que invierten en BlackRock, ya que ellos son los verdaderos propietarios de la empresa. Eso podría interpretarse como una amenaza encubierta porque «activo» es bastante cercano a «activista».
El año pasado, BlackRock votó en contra de dos directores de ExxonMobil mientras apoyaba una resolución de accionistas para obligar al gigante petrolero a «informar sobre el impacto de las medidas globales diseñadas para mantener el cambio climático en 2 grados centígrados». BlackRock, Vanguard y State Street Global Advisors ayudaron a oscilar la resolución con su 18% combinado de acciones de la compañía. De esta forma, estas voces una vez «pasivas» se volvieron mucho más activas.
Este es el momento de observar la lógica financiera para apoyar una resolución como esta. Estados Unidos se había retirado del Acuerdo Climático de París, pero todos los demás países del mundo todavía están dentro y las perspectivas para el petróleo se están atenuando. Los grandes países están prohibiendo los vehículos de gas y diésel, y Ford ya anunció una inversión de 11 mil millones dólares en vehículos eléctricos. Eso quiere decir que las medidas globales para reducir las emisiones de carbono tendrán un impacto directo en el valor de ExxonMobil. Los activos varados no valen mucho.
BlackRock y otros inversores están en esto por el dinero, como siempre. Están cumpliendo con su responsabilidad fiduciaria. Por lo tanto, Winston es optimista acerca de que la acción continuará, ya que el argumento de la responsabilidad social se alinea cada vez más con el financiero. Él termina la nota diciendo que “las intenciones de Fink y sus cartas sí importan. Pero los votos importan más”.
¿Estás de acuerdo con él? Te leemos en los comentarios.
