Aunque los motores hayan aumentado en potencia durante el siglo pasado, sus principios básicos no han cambiado.
Sin embargo, las décadas que vienen podrían presenciar cambios radicales, conforme se amplía el uso de vehículos eléctricos, híbridos y autos impulsados (en parte) por biocombustibles.
Ya antes se han prometido revoluciones tecnológicas, pero hay tres cosas por las que vale la pena apostar por ésta: el transporte por carretera del futuro será más verde, más inteligente y más seguro.
De estas tres tendencias, la de ser verde será la más difícil de alcanzar políticamente.
No es suficiente un transporte más verde, sostuvo la Agencia Europea del Medio Ambiente. Los políticos, señaló, tienen que reducir la demanda de transporte.
(Agencia), La Jornada, Economía, p. 23