El primer ministro de Reino Unido, Boris Jonhson, anunció que dimitirá a su cargo, luego de una ola de renuncias en el gobierno y una demoledora pérdida de apoyo del Partido Conservador. La noticia pone fin a un mandato distinguido por una victoria arrasadora hace tres años, en las elecciones de 2019, y una serie incesante de escándalos.
Sin embargo, esta salida ha generado preocupación sobre qué sucederá con el legado sostenible de Boris Johnson. Puesto que este último tenía objetivos importantes como lograr cero emisiones netas para 2050, acelerar la creación de empleos verdes y adelantar la prohibición de vender nuevos vehículos diésel y gasolina a partir de 2030, de acuerdo con Edie.
Cabe señalar que el ministro británico ha afirmado que el Reino Unido es un «líder climático» y que buscó promover este enfoque con la participación del sector privado para la entrega de un futuro bajo en carbono. Pero, ¿han coincidido sus acciones con su retórica?
El legado sostenible de Boris Johnson: Reducción de emisiones
Tras ganar las elecciones, Johnson hizo una promesa: «Queremos hacer que este país sea el más limpio y ecológico de la tierra, con el programa ambiental de mayor alcance[…]. Ustedes votaron por ser neutrales en carbono en esta elección, votaron por ser neutrales en carbono para 2050. Y así lo haré».
Entre 1990 y 2019, las emisiones domésticas cayeron un 44% según datos del gobierno británico, gran parte de esta reducción se debió al sector eléctrico bajo el mandato de Johnson. Por su parte, el Comité de Cambio Climático (CCC) ha elogiado el progreso realizado en la energía eólica marina y los automóviles eléctricos, pero advierte de «fallas importantes en los programas de entrega», relacionados con la eficiencia energética en el hogar y la agricultura que están poniendo en peligro el avance.
Siguiendo con su análisis, el CCC concluye que el gobierno no está involucrando adecuadamente a las partes interesadas claves en la transición a cero emisiones netas y tampoco se encuentra trabajando en modificaciones que garanticen que las estrategias fiscales y de planificación conduzcan al cero neto.
COP26 y diplomacia climática
En el 2020, la Conferencia de las Naciones Unidas sobre el Cambio Climático (COP26) fue un momento fructífero para la declaración de objetivos de cero emisiones netas a nivel internacional, ya que cuando Johnson asumió el cargo, el Reino Unido se estaba preparando para albergar la cumbre.
Después de ser nombrado primer ministro, Sir Patrick Vallance, asesor científico principal del gobierno, le dio a Johnson un informe sobre el cambio climático y declaró que, a partir de entonces, encontró que la escala del problema era «muy difícil de discutir».
Fue así, que en vísperas de la COP26, Johnson admitió que no siempre había estado convencido sobre el cambio climático, y que su opinión había cambiado en parte por una sesión informativa brindada poco después de convertirse en primer ministro.
“No hay absolutamente ninguna duda de que esta es una realidad que debemos enfrentar”.
Boris Johnson, primer ministro británico.
En aquel tiempo, Johnson seleccionó a Alok Sharma como presidente de la COP26. Durante el evento más importante sobre cambio climático global, Sharma llamó a tomar en serio la meta de limitar el aumento de la temperatura global a 1.5 °C y centrar la colaboración y esfuerzo con todos los países en: permitir que las comunidades y los hábitats naturales se adapten a los impactos, promover el financiamiento climático y trabajar colectivamente.
Pero, después de la COP26, la administración de Johnson fue acusada de hacer varios movimientos que pueden incentivar a otras naciones a apoyar actividades de altas emisiones que socavan el Acuerdo de París.
Las controversias incluyen la aprobación del complejo petrolero Jackdaw, la decisión de expandir aún más la producción de petróleo y gas del Mar del Norte, brindar apoyo para la creación de una tercera pista en el aeropuerto de Heathrow y para una nueva mina de carbón en Cumbria, la primera en el Reino Unido en más de 30 años.
¿Qué ha pasado con los residuos y plásticos en Reino Unido?
Si bien el cero neto se ha mantenido como parte del «legado sostenible de Boris Johnson», al menos en términos de compromiso. La implementación de la Estrategia de Recursos y Residuos que prometía nuevos requisitos de responsabilidad extendida del productor (EPR, por sus siglas en inglés) para los fabricantes de productos difíciles de reciclar —un esquema de devolución de depósitos para los envases de bebidas en Inglaterra—, se vio pospuesta tras la pandemia por COVID-19.
Asimismo, los esfuerzos por eliminar las exportaciones de plásticos a naciones no pertenecientes a la OCDE —que prometió Johnson en 2019— no se cumplieron. Reino Unido consumió 3.3 millones de toneladas de plásticos en 2018, pero solo pudo reciclar el 9% a nivel nacional, mandando gran parte del resto a países en desarrollo.
Ante ello, la Agencia de Medio Ambiente confirmó que el Reino Unido no ha terminado con los envíos de desechos plásticos y pidió esfuerzos renovados para acabar con esto tan pronto como sea posible.
«Proteger y mejorar la naturaleza requiere algo más que buenas intenciones»: Boris Johnson
A pesar de que el primer ministro británico señalará en la COP26, que 2021 sería el año crítico para determinar si podemos detener y revertir la preocupante tendencia a la rápida decadencia de la biodiversidad, señalando que «proteger y mejorar la naturaleza requiere algo más que buenas intenciones», la Oficina para la Protección Ambiental (OEP) reveló otros resultados.
En un reciente informe, la instancia concluyó que la naturaleza continúa experimentando un «declive preocupante y persistente», y que el paso hacia los objetivos clave del Plan se muestra lento, en la gestión de Johnson.
«Lamentablemente, las leyes ambientales y la estrategia y política del gobierno aún no han tenido éxito en desacelerar, detener o revertir significativamente la disminución de la biodiversidad o el uso insostenible de los recursos o la contaminación del medio ambiente».
Oficina para la Protección Ambiental (OEP).
Asimismo, derivado del análisis se pidió al gobierno revisar los propósitos para mejorar los esfuerzos en el cuidado de la naturaleza y la biodiversidad, tal como se establece en el Proyecto de Ley de Medio Ambiente.
Vale la pena resaltar que las autoridades solicitaron y recibieron un informe sobre los riesgos económicos de la degradación de la naturaleza, los beneficios de la conservación y restauración y las formas en que estos pueden incorporarse a través de la toma de decisiones sobre las finanzas públicas.
Con todos estos argumentos parece que el «legado sostenible de Boris Johnson» se encontraba fracturado mucho antes de que el político declinara de su puesto, lo que ejemplifica que se necesitan controles más precisos entre las promesas y las acciones.
«Prime Minister Boris Johnson signs the Withdrawal Agreement with the European Union» by UK Prime Minister is licensed under CC BY-NC-ND 2.0.