Después de la ola de críticas que recibió la reciente cumbre climática COP27 en Sharm El-Sheikh, Egipto, por parte de grupos ambientalistas y organizaciones de la sociedad civil respecto al patrocinio y la influencia corporativa de algunos grandes contaminantes en las negociaciones para abordar los principales desafíos ambientales, altos senadores demócratas estadounidenses pidieron a la ONU recobrar la confianza en las COP, según información publicada en The Guardian.
Las negociaciones globales sobre la acción climática para abordar los principales desafíos ambientales de la humanidad están en riesgo, debido a la escala del cabildeo corporativo. Por lo que se requieren nuevos controles que regulen su influencia, cita la carta enviada por Sheldon Whitehouse del Estado de Rhode Island, Ben Cardin de Maryland y Ed Markey de Massachusetts.
Necesitamos recobrar la confianza pública en las COP: senadores estadounidenses
Si bien es de sorprender el pronunciamiento, dado que, durante años, el gobierno de los EE. UU. ha sido uno de los mayores bloqueadores contra la política climática, es relevante la medida que solicitan siendo uno de los países con mayores índices de producción de Gases de Efecto Invernadero (GEI), causantes del calentamiento del planeta.
El paso altamente inusual, se produce un mes después de que se revelara que más de 630 cabilderos de combustibles fósiles asistieron a la cumbre climática anual, COP27. Donde además participaron decenas de delegados vinculados a la industria alimentaria, la minería y el sector del plástico, así como instituciones financieras que sostienen a estas industrias contaminantes, a pesar de años de advertencias de activistas de que el lobbying erosiona la confianza en las COP.
El documento, que pide a la ONU tomar medidas para garantizar la interferencia directa de los actores corporativos con un interés financiero que socave la acción climática, también criticó la decisión de haber albergado una COP en un un país donde los defensores de los derechos humanos y ambientales son encarcelados de manera rutinaria.
«Recomendaríamos que para que se le permita ser patrocinador, tener un pabellón, ser presentador o asistir a un Cop, se exija a una empresa que divulgue una declaración de influencia política sobre el clima corporativo auditada».
Senadores estadounidenses.
Piden evitar greenwashing en la COP
Los altos funcionarios de EE. UU. proponen una serie de requisitos por parte de los futuros patrocinadores corporativos donde declaren su interés político en las negociaciones sobre el clima. De acuerdo con ello, la medida brindaría transparencia sobre las actividades corporativas y permitiría restaurar la fe pública en que las empresas participantes no están viendo la COP como una oportunidad de realizar greenwashing.
A la cumbre climática anual de dos semanas asisten casi 200 países y decenas de miles de delegados, y es el escenario mundial más importante para asegurar la cooperación internacional en la reducción de emisiones y la lucha contra la crisis climática.
No obstante, a pesar de tres décadas de conversaciones, la acción significativa ha sido lenta. Puesto que las emisiones de GEI continúan aumentando y el planeta se está calentando con consecuencias devastadoras que incluyen el empeoramiento de la sequía, las inundaciones y las olas de calor, así como el aumento del nivel del mar y el derretimiento de los glaciares, lo que afecta más a las comunidades y los países que menos han contribuido al cambio climático.
El caso de Coca-Cola, uno de los patrocinadores de la COP27 y principal contaminador plástico del mundo durante cinco años consecutivos, es un ejemplo de cómo el lobbying erosiona la confianza en las COP, al igual que PepsiCo, quien también envió delegados a Egipto.
Durante años, las ONG ambientales y de derechos humanos también han presionado a la Convención Marco de las Naciones Unidas sobre el Cambio Climático (CMNUCC), que opera las cumbres COP, para abordar los conflictos de intereses entre patrocinadores y participantes, pero se ha topado con la resistencia de los grupos empresariales. ¿Será el llamado de EE. UU. el detonador para poner fin al lobbying climático y recuperar la confianza en las COP?