Muchas empresas consideran que hacer una campaña de marketing social es un trabajo muy caro y elaborado. Nada más lejos de la realidad, para muestra, este ejemplo.
Primero, habría que entender que una campaña de marketing social no significa una campaña de marketing con causa, es decir, no forzósamente involucra al producto dentro de ella, mucho menos deben comprometerse donaciones. El marketing con causa es sólo una de las varias formas de hacer marketing social.
Otro de los caminos, distinto al marketing con causa, es mucho más sencillo, y consiste simplemente en apoyar una causa. Por supuesto que se busca que ésta esté relacionada con el core business de la compañía, sus stakeholders más cercanos (como pudiera ser su comunidad, entre muchos otros), su posicionamiento o específicamente sus clientes (potenciales o cautivos, quienes también son parte de los stakeholders).
También hay que aclarar que una campaña de marketing social puede ejecutarse por gobierno, ONG o empresas. En el ejemplo que hoy presentamos se trata de una ONG, que enlaza muy bien un producto promocional, una memoria USB, con la causa que persigue. En este contexto, cualquier fabricante de un producto así podría generar una campaña como ésta, que como se puede apreciar, resulta profundamente económica pero poderosamente impactante.
Este tipo de ejecuciones, conocidas como street marketing, al ser consideradas como below the line o no masivas, apuestan mucho por el registro en video y la viralidad de la web, incluso se pueden apoyar con comunicados de prensa para lograr un mayor publicity.
Un buen esfuerzo, creativo y bien ejecutado; desgraciadamente pocas veces se pueden ver esfuerzos así provenientes de las empresas, siendo que serían un gran coadyuvante en la consecución de objetivos de responsabilidad social dentro de sus organizaciones.
