Una extraordinaria campaña cuyo objetivo es claramente «salvar el medio ambiente», un trabajo realizado en la ciudad de Blainville, Quebec.
Los diseños están enfocados desde tres ángulos diferentes, pero mantienen un mismo tratamiento gráfico. Los mensajes que se buscaban cubrir eran el ahorro de agua, ya que los habitantes de Quebec son muy derrochadores del vital líquido; la protección de los recursos naturales y el reciclado, ya que irónicamente, en esta ciudad la población recicla mucho, sólo que no lo hace bien, y como consecuencia, contamina los materiales que se suponen serán reciclados.
Era importante tener en cuenta que esta ciudad tiene la población más joven entre todas las ciudades de Quebec, por lo tanto, es necesario abordar este proyecto con sutileza y creatividad. El slogan de la campaña es «El medio ambiente, nuestra riqueza.» Gran trabajo de comunicación. ¿Podrían las empresas adoptar esta calidad en sus mensajes de responsabilidad social?