Los profesionales de la salud y seguridad en el trabajo saben mejor que nadie que, si investigamos el origen de la mayor parte de los principales problemas que afectan a nuestro medio ambiente, llegamos al lugar de trabajo. De modo similar, las graves consecuencias de algunos productos y sustancias químicas para la salud y seguridad actúan como un sistema de alerta precoz de las posibles consecuencias para la salud ambiental más allá del lugar de trabajo.
A pesar de la evidente asociación entre el medio ambiente de trabajo y el medio ambiente general, muchos gobiernos, empresas y trabajadores continúan reaccionando a las causas y consecuencias de los problemas del medio ambiente laboral y general de forma acusadamente aislada y desigual. (Dada la importancia de distinguir entre el medio ambiente de trabajo y la dimensión ambientalmente más amplia que se expresa mediante adjetivos como físico, general o externo, en el presente artículo se empleará la expresión medio ambiente de trabajo para identificar globalmente a los problemas ambientales y de salud y seguridad que se suscitan en el lugar de trabajo, y la denominación medio ambiente para designar los problemas ambientales que se producen más allá del lugar de trabajo). El objetivo del artículo es llamar la atención del lector hacia las importantes ventajas que pueden derivarse de reaccionar ante los problemas ambientales —dentro y fuera del lugar de trabajo— con criterios más integrales y estratégicos. Esto no sólo vale para los países industrializados —que han realizado progresos considerables en relación, tanto con la salud y seguridad en el trabajo, como con el medio ambiente—, sino también para los países en desarrollo y las economías en transición, que tienen todavía por delante un problema mucho más vasto y agobiante.
De hecho, la salud y seguridad en el trabajo forma parte integrante de la actividad “ambiental” de toda empresa. Esto no implica que la protección del medio ambiente y la salud y seguridad en el trabajo sean perfectamente compatibles y mutuamente condicionantes en todos los casos; a veces, incluso, pueden resultar antagónicas. No obstante, el objetivo debe ser siempre encontrar los medios de proteger simultáneamente la salud y seguridad de los trabajadores y el medio ambiente general y evitar soluciones que impliquen la necesidad de optar por una u otro. La determinación de los problemas ambientales y las medidas de respuesta ha llevado con demasiada frecuencia a la formulación de falsas dicotomías: protección del medio ambiente o seguridad de los trabajadores, o seguridad ambiental contra seguridad en el puesto de trabajo. Si bien es cierto que tales contradicciones se pueden suscitar en casos muy específicos y atípicos, en la mayoría de los casos se hace imprescindible encontrar un equilibrio y diseñar una serie de estrategias a largo plazo para satisfacer ambos objetivos. Se infiere de esto que la colaboración entre la empresa y los trabajadores es una condición imprescindible para mejorar los resultados de la política ambiental y de salud y seguridad en el trabajo.