Más de 18.000 atletas, sus entrenadores, otros acompañantes acreditados, jueces y árbitros que participan en las Olimpiadas de Río 2016 tienen que ser alimentados.
Para eso se necesita una increíble cantidad de comida: 250 toneladas de ingredientes básicos.
Toda esa alimentación también produce mucho desperdicio, que fue lo que inspiró al famoso chef italiano Massimo Bottura, cuyo restaurante en Módena Osteria Francescana fue recientemente catalogado como el mejor del mundo.
Bottura hizo un cálculo de cuál sería el excedente de ingredientes básicos que los proveedores llevan a la Villa y otras sedes olímpicas en Río.
Con eso elaboró un programa para alimentar a 108 personas necesitadas todos los días.
El proyecto se hizo en conjunto con el chef brasileño David Hertz, quien ha estado aplicando su concepto de la «sociogastronomía» para empoderar a comunidades marginadas.
Cambio de mentalidad
Un lote vacío fue transformado en una cocina y comedor comunitario llamado RefettoRio Gastromotiva.
«¿Cómo se puede combatir el desperdicio? Mi idea es involucrar a los mejores chefs del mundo», le explicó Massimo Bottura a la BBC.
«El mensaje es muy importante, es un mensaje cultural para cambiar la mentalidad de consumo de los últimos 20 años», dijo.
El reconocido chef quiere llamar la atención a lo que él dice son las 800 millones de personas que sufren de hambruna, los 1.400 millones que son obesos y los 1.300 millones de toneladas de alimentos se desperdician cada año.
Sin embargo, resalta que no se trata de hacer un acto de caridad simplemente dando de comer a los que no tiene con qué.
Platos gourmet
El chef de la de la famosa Osteria Francescana, está utilizando todas sus dotes para preparar platos de altísima calidad con el excedente de comida que, de otra forma, estaría desperdiciada.
«No se puede esperar que el pan que ha estado allí durante tres días sea perfecto para servir como pan», reconoció Bottura a la BBC.
«Pero si utilizas ese pan, tal vez lo tuestas en un horno, lo vuelves miga, lo mezclas con un queso parmesano reggiano o unos huevos y creas fideos en un caldo de champiñones ¡va a ser delicioso!», aseguró.