Parece que este año, más que nunca, la sociedad en pleno está mirando de cerca los grandes premios del mundo del entretenimiento para cuestionar la diversidad entre los nominados y lo que esta situación dice de nuestra cultura. Sin duda se trata de un diálogo necesario, que ya llevó a la Academia de Artes y Ciencias Cinematográficas a prometer un cambio profundo en su sistema.
Para quien crea que el cuestionamiento no vale la pena, porque al fin y al cabo los premios al cine o a la música son superfluos e intrascendentes, basta con ver cómo los discursos centrados en temas sociales y ambientales le dan la vuelta al mundo y su mensaje se puede convertir en una fuente de inspiración para la audiencia.
Sin ir más lejos, el fin de semana pasado tanto Taylor Swift como Kate Winslet utilizaron su tiempo en el escenario y en la sala de prensa de los premios Grammy y BAFTA, respectivamente, para hacer un llamado a que las jóvenes mujeres trabajen duro y logren sus metas sin importar lo que digan los demás.
El pasado domingo 14 de febrero, Winslet se llevó el premio BAFTA (el equivalente al Óscar en Reino Unido) por su papel como actriz secundaria en la película Steve Jobs y dedicó su triunfo a las mujeres y a sus compañeras candidatas por un «año extraordinario.» Más tarde, en la sala de prensa, abundó sobre el tema y contó una anécdota sobre sus años de adolescencia.
Cuando tenía solo 14 años, mi profesor de interpretación me dijo que podría irme bien si era feliz conformándome con papeles de chica gorda. ¡Y mírame ahora! Así que lo que quiero decir en esos momentos es que ninguna mujer joven que haya sido ninguneada por un profesor, por un amigo o incluso por sus padres, debería hacer caso a nada de eso, porque eso es lo que yo hice (…) Me gustaría dedicarle este premio a todas las chicas que dudan de sí mismas, porque no deberían estar dudando, sino yendo por lo que quieren».»
Tan solo un día después de este discurso, Taylor Swift se convirtió en la primera mujer en ganar dos veces el premio al álbum del año, y lo celebró agradeciendo a sus productores y colaboradores, pero también con fuertes palabras para sus seguidoras:
Como la primera mujer que gana Álbum del Año dos veces, quiero decir a todas las mujeres jóvenes ahí afuera que habrá muchas personas en el camino que tratarán de minimizar tu éxito, tomar el crédito por tus logros o tu fama, pero si te enfocas en el trabajo y no dejas que esas personas te desvíen, algún día, cuando llegues a donde estás yendo, vas a mirar a tu alrededor y vas a saber que fueron tú y las personas que te aman quienes te pusieron ahí, y ése será la mejor sensación del mundo.»
Otros llamados a la diversidad:
Las palabras de Swift no fueron el único momento responsable de la ceremonia de entrega de los Grammy. El cantante ciego Stevie Wonder presentó el premio a la canción del año y aprovechó la ocasión para llamar la atención sobre la necesidad de incluir a las personas con discapacidad en este tipo de eventos. Antes de anunciar al ganador, mostró el sobre con los resultados a la audiencia y bromeó «No lo pueden leer, está en Braille», para después añadir «debemos hacer que todo sea accesible para una persona con discapacidad.·
Stevie Wonder is the goddamn best. https://t.co/IoE49vCkms
— Dave Itzkoff (@ditzkoff) February 16, 2016