Por: Antonio Vives
La responsabilidad social de la empresa está en manos del mercado de la responsabilidad: directivos, empleados, sociedad civil, medios de comunicación, mercados financieros, gobiernos, etc. Si este mercado funciona, o sea, si actúa para darle a la empresa los incentivos correctos, a la empresa no le quedará mas remedio, actuando por interés propio, que responder.
Estamos viendo un caso muy interesante del funcionamiento del mercado, aunque creo que es una excepción y está lejos de ser una norma. Hemos dicho continuamente que el funcionamiento de este mercado deja mucho que desear, en buena parte por la indiferencia de muchos de sus actores y el subdesarrollo mismo del entorno en que operan, especialmente el mercado de la información confiable sobre las prácticas de las empresas.
Pero ahora, gracias a Apple, estamos viendo el mercado en acción. Pero se trata de una empresa gigantesca, la de mayor valor del mundo (casi US$500.000 millones), con productos de consumo masivo, conocidos por todos, de gran uso en la generación que nació con preocupaciones ambientales y sociales, con producción descentralizada en países con estándares sociales y ambientales relativamente bajos, sobre la cual se difunde información. Un caso ideal para el funcionamiento del mercado.
Hace unas semanas Apple difundió su informe sobre las condiciones laborales en sus proveedores, mayormente en China y si bien habían muchos aspectos favorables, habían algunos que dejaban mucho que desear (horas de trabajo y sueldos y beneficios). Pueden ver más detalles en mis artículos RSE en la cadena de valor de Apple: ¿Podrían hacer mas? y Responsabilidad Social de Apple y los medios irresponsables.
Ahora Apple ha reaccionado a la presión de los medios y sobre todo a la presión de los consumidores que se han manifestado frente a algunas tiendas. Presumiblemente todavía no dejan de comprar los productos y es posible que algunos no sean clientes. Pero ha habido reacción de consumidores, medios y la sociedad civil. El New York Times del 14 de febrero reporta en su artículo Apple Asks Outside Group to Inspect Factories que Apple ha decidido contratar los servicios de una ONG, la Fair Labor Association, FLA, a llevar a cabo una auditoria especial, independiente de algunas de las fábricas.
Es un gran progreso. Pero el mismo New York Times reporta las quejas de algunos miembros de la sociedad civil de que FLA no es independiente. Tiene como miembros a 34 grandes empresas multinacionales incluida Apple (y Nike, adidas, New Balance, Patagonia, entre otras). Aunque FLA alega que sus auditores son independientes de los miembros, siempre quedan dudas y se preferiría que fuera una auditoria totalmente independiente.
Esto sería ideal y sin duda que será el próximo paso, una vez que, en base a los resultados de ésta y otras auditorias previas, se mejoren las condiciones en los proveedores que queden después de algunas eliminaciones. Es una estrategia mas arriesgada para Apple ir ahora con lo máximo. Necesita tiempo para ir haciendo arreglos y progresivamente mejorar, auditar mas y mejor, informar, mejorar, auditar mas y mejor. Hay que ser realistas.
Hay progreso. Pero este caso nos recuerda dramáticamente cuanto camino nos falta por recorrer para que el mercado de la responsabilidad funcione en países desarrollados y grandes empresas. Ni que hablar de la problemática de países en vías de desarrollo y de empresas poco conocidas.
Antonio Vives
Con un Ph.D. en Mercados Financieros de Carnegie Mellon University y con una trayectoria como profesor en 4 escuelas de negocios, Antonio Vives es actualmente catedrático y consultor en la Stanford University. Socio Principal de Cumpetere. Ex-Gerente de Desarrollo Sostenible del Banco Interamericano de Desarrollo. Creador de las Conferencias Interamericanas sobre RSE. Autor de numerosos articulos y libros sobre RSE y del blog Cumpetere en español.