Reconocer la gran solidaridad de la sociedad mexicana es común en todo el mundo, responde rápida y generosamente.
Sin embargo, en el apoyo a organizaciones civiles, México ocupa el último lugar a escala mundial, donando sólo .04% de su PIB, según datos de la Universidad Johns Hopkins, en Estados Unidos.
Algo no concuerda si se considera que la mayoría de las grandes empresas en México tiene programas de RSC.
Según el Libro Verde de la Unión Europea, la RSC “no sólo significa cumplir las obligaciones jurídicas y económicas del entorno, sino procurar buenas prácticas en la relación con empleados, proveedores, clientes, inversionistas, autoridades y demás interesados con conexión a la empresa”.
Poder Opinion : – – P47