Fueron cuatro años de espera para poder ver la inauguración del Mundial Rusia 2018 y los partidos que tanto se anhelaban. Desde la organización, la inauguración, el arranque de los partidos y todo el proceso del torneo podrán disfrutarse desde la comodidad de nuestra casa, un bar o hasta a escondidas, en la oficina.
Todos estamos enfocados en quién ganará y quién perderá, sin embargo, hay algo muy importante en este evento especial ya que es el mundial más ecológico de la historia: Rusia 2018
Sí. Hasta el momento, Rusia 2018 es el mundial más ecológico de la historia.
Esto se logró gracias a la Estrategia de Sustentabilidad de la Copa Mundial de la FIFA, en cooperación con el Gobierno de la Federación Rusa y el Comité Organizador Local (COL), quienes llevaron a cabo las políticas y propuestas ambientales para reformar el evento deportivo.
Para alcanzar dicho objetivo, las tres instituciones realizaron una inversión de 20 millones de dólares.
¡Rusia 2018 es el mundial más ecológico de la historia!
Lograr que este fuera el mundial más ecológico de la historia, fue un trabajo de años atrás. Comenzando con la elección de materiales para construir doce estadios, materiales con bajo impacto ambiental a lo largo del ciclo de vida del edificio, además de un uso eficiente de recursos y apego a los requisitos ecológicos del sistema de certificación el Building Research Establishment’s Environmental Assessment Method(BREEAM) y el Leadership in Energy & Environmental Design (LEED), que se otorga a las edificaciones sustentables.
Además, se buscó también un ahorro eléctrico por ello, se implementaron técnicas que ayudarán a reducir el 70% de la energía que se utilizará en cada uno de los estadios.
La ceremonia de apertura se realizó en el estadio olímpico Luzhnikí, ahí se utilizó únicamente luces LED para el ahorro eléctrico general de la estructura.
Por si fuera poco, en este estadio se destaca el sistema tanto de calefacción, ventilación, como de aire acondicionado automatizado, el cual busca minimizar el consumo de energía en comparación al de una estructura convencional.
Dicha estructura permitirá ahorrarse agua y además en las áreas verdes renovadas, se plantaron mil 50 árboles y se creó un espacio de 15 mil 700 metros cuadrados de jardines.
Por otro lado, el Estadio Spartak, también conocido como la Otkrytie Arena, y el Kazán Arena recibieron la certificación BREEAM.
El estadio Spartak fue rodeado de áreas verdes y además tiene un sistema automatizado que regula su consumo energético.
En las canchas, el balón que se utilizará para los partidos será de color verde y está inspirado en el balón Telstar (Television + Star) del Mundial México 70.
Éste fue construido con materiales ecológicos y reciclados. Es ocho gramos más liviano que el balón utilizado en Brasil 2014 (445g).
De acuerdo con Crónica Ambiental, la la FIFA y el Comité Organizador Local de Rusia 2018, buscaron involucrar a los asistentes difundiendo el siguiente comunicado en la página oficial del evento:
Con el fin de reducir el impacto del Mundial de 2018 en el medio ambiente, la FIFA lanzó una campaña que invita a los poseedores de entradas a los partidos a compensar gratis las emisiones de carbono que resulten de su viaje al torneo.
Además de ser muy «verde» en las instalaciones y en las canchas, cada uno de los espectadores obtendrá otro beneficio ya que por cada uno que registre sus boletos, se podrá financiar proyectos que reduzcan más de dos mil toneladas de emisiones de carbono.
Esta acción es para ayudar a cubrir la huella ambiental causada por el tráfico aéreo generado para transportar a los viajeros hasta las localidades de los juegos.
Para incentivar más esta acción, los organizadores decidieron que los que se registren podrán ganar un par de entradas a la final.
Las personas que presenten el Fan–ID y su entrada para cualquiera de los partidos, podrán viajar gratis de ida y vuelta a los estadios sedes y obtendrán billetes de tren gratuitos al viajar entre las ciudades donde se celebren los partidos.
El mundial más contaminante de la historia: Brasil 2014
El Mundial 2014 generó 2.72 millones de toneladas de CO2, casi el doble de las 1.62 millones de toneladas del campeonato de Sudáfrica y tres veces más que Alemania 2006.
La FIFA dice que más del 80% de las emisiones fueron producto de los traslados por tierra de los millones de visitantes por todo Brasil.
Además, hay que hacer un cálculo de la energía producida por millones de televisiones encendidas, un equivalente a 534 mil vehículos en circulación durante un año.
Se trató de un mundial que dejó una huella ecológica muy grande y ésta se notó sobre todo en las grandes urbes latinoamericanas.
Ahora, al término de mundial Rusia 2018, podríamos llegar a una conclusión ambiental y decir si realmente fue sustentable y si funcionaron las estrategias para disminuir la huella de carbono.
