El desperdicio de comida es una realidad en varios lugares del mundo, pero no lo es para Francia, ¿por qué? Porque los franceses tienen una ley que obliga a los supermercados a regalar los alimentos que no se vendan a ONGs o bancos de alimentos que a su vez los destinan a los más pobres.
Es por eso que Francia, fue premiada con el Food Sustainability Index por parte de la fundación The Economist Intelligence Unity el Barilla Center for Food & Nutrition (EIU).
Para poder otorgar el premio, se analizaron a 34 países para elaborar un ranking de los lugares en donde se implementen políticas efectivas, con el fin de reducir el desperdicio de comida, conservar la agricultura y la investigación, así como educar la nutrición.
Además de calificó el estilo de vida, sociedad, clima, actividad física, implementación de dietas y escasez mensual de agua fresca.
Desperdicio de comida en Francia
Francia, es el país que desperdicia el 1.8% del total de los alimentos producidos. De esta manera, se convierte en el país que se alimenta de manera más sostenible.
Después de Francia está Japón, Alemania, España, Suecia, Portugal, Italia, Corea del Sur, Hungría y Reino Unido.
Por su parte, los orientales, obtuvieron el mejor resultado en retos nutricionales; la esperanza, la calidad de vida y la posibilidad de vivir una vida sana son de las más altas, mientras que la obesidad juvenil se sitúa en 14.2% y en los adultos en un 27.2% cifras muy bajas en comparación del resto del mundo.
De acuerdo con Animal Político, Alemania financió iniciativas que permitirán reducir a la mitad el desperdicio de comida para 2030. En Italia, aparte de reducir el desperdicio de alimentos, lograron crear un sistema de agricultura sostenible.
Multas por no cumplir la ley de Francia vs el desperdicio
Las multas, de las cadenas de supermercados que incumplan con la ley y desperdicien alimentos, van desde 75.000 euros para los supermercados que destruyan deliberadamente los alimentos con el fin de evitar que sean recuperados por las personas que los recogen de los contenedores próximos a las tiendas.
La ley deriva de una campaña que fue impulsada por compradores, activistas que luchan contra la pobreza y aquellos que se oponen al desperdicio de comida. Un concejal, Arash Derambarsh, fue quien inició la campaña que terminó en una petición de ley.