En más de una ocasión, hemos considerado hechos históricos como episodios del pasado tan alejados de nosotros que sería imposible vivir en la actualidad, tal es el caso de la peste negra de hace casi 670 años. Pero… ¿quién diría que en pleno siglo XXI seríamos parte de un acontecimiento que marcaría la historia de la humanidad?
Si bien la peste negra arrasó con aproximadamente la mitad de la población de Europa, el día de hoy la emergencia sanitaria por COVID-19 alcanzó un número realmente temido: el deceso de un millón de seres humanos.
¿Cuál es el panorama a nivel global respecto al tema? Hagamos un recuento y reflexionemos sobre nuestro lugar en el mapa al día de hoy.
Números globales
Tomando en cuenta que el número de contagios y decesos de COVID-19 se encuentra en modificación constante, de acuerdo con los expertos de Johns Hopkins en salud pública mundial, enfermedades infecciosas y preparación para emergencias, hasta el momento el aproximado de casos es el siguiente:
- Estados Unidos: 7.142.076
- India: 6.074.702
- Brasil: 4.732.309
- Rusia: 1.154.299
- Colombia: 813.056
- Perú: 805.302
- España: 748.266
- México: 730. 317
- Argentina: 711.325
- Sudáfrica: 671.669
Y en cuanto a decesos, el listado es:
- Estados Unidos: 205.003
- Brasil: 141.741
- India: 95.542
- México: 76.430
- Reino Unido: 42.090
- Italia: 35.851
- Perú: 32.262
- Francia: 31.744
- España: 31.411
- Irán: 25.779
En ambos listados es posible ver a la cabeza a Estados Unidos, sin embargo, la variante entre casos y muertes se puede ver en Brasil, la India y México.
Nuestro país es el séptimo en número de casos, el cuarto en decesos a nivel global y el de más alta letalidad en América Latina y el Caribe.
México: el país con mayor letalidad en América Latina
Cabe destacar que el mayor grado de letalidad en México puede estar relacionado con distintos factores, entre ellos se encuentran:
- La disponibilidad de recursos en salud para hacer frente a la pandemia: en los sistemas con menores recursos de infraestructura y recursos humanos puede haber un mayor número de muertes, y viceversa.
- Proporción de la población que accede a servicios de sanidad básicos: en México es de 91.2%.
- Prevalencia de diabetes: en México, el porcentaje de prevalencia de diabetes es de 20 a 79 años y de 13.1%.
- Nivel bajo de camas hospitalarias: en México el número de camas hospitalarias por cada mil habitantes, de acuerdo a los datos del estudio de OPS, es de 1.5 por cada mil habitantes.
Y frente al imposible reto de cambiar la circunstancias de México de un día para el otro, nuestra esperanza de detener los casos y decesos es la vacuna, ¿qué ha sucedido con ella?
La esperanza del mundo: la vacuna contra la COVID-19
Según una investigación realizada por un equipo de científicos del Instituto de Investigación del Ejército Walter Reed (WRAIR) —el mayor centro de investigación biomédica dependiente del Departamento de Defensa de Estados Unidos— y el análisis genético de secuencias de más de 27.000 personas infectadas con la COVID-19, el virus ha mutado mínimamente desde diciembre de 2019, esto significa que estamos a solo una dosis de vacuna para combatir infecciones a nivel mundial y no dos como anteriormente se pensaba.
Ante este y otros descubrimientos, varios laboratorios pusieron manos a la obra para trabajar a marchas forzadas, y hasta el momento la candidata líder es la desarrollada por la Universidad de Oxford y la compañía farmacéutica AstraZeneca, no obstante, su ensayo se reinició hace dos semanas para investigar problemas de seguridad.
Desde entonces también se han reanudado los ensayos interrumpidos de la misma vacuna en Sudáfrica y Brasil, pero la Administración de Drogas y Alimentos de los Estados Unidos (FDA) aún no ha dado luz verde para que los estudios estadounidenses comiencen de nuevo.
En el caso de México, las farmacéuticas que tienen el potencial de llegar a nosotros son:
- Janssen de Estados Unidos.
- Sputnik V de Rusia.
- Cansino de China.
- Novavax de Estados Unidos.
- Curevac de Alemania.
- Sanofi- Pasteur de Francia.
- ReiThera de Italila.
La efectividad de las mismas dependerá de los ensayos realizados en voluntarios, y México ya cuenta con el primero, su nombre es Ernesto Herrera y es el primer mexicano en el mundo que recibió una vacuna contra la COVID-19 por parte del laboratorio Janssen.
Para la aplicación se le realizaron varios estudios previos y cumplió con requisitos como el no haber padecido COVID-19, de igual forma se le solicitó acudir a revisión médica semanal para corroborar la generación de anticuerpos. Hasta el momento se esperan resultados.
Y aunque aún no se sabe cuando la vacuna será una realidad para todos los mexicanos, en octubre se iniciará la Fase 3 de pruebas.
De acuerdo con Marcelo Ebrard, secretario de Relaciones Exteriores, será en el primer trimestre del 2021 cuando se pueda tener alguna o varias vacunas efectivas, y será la secretaría de Salud la dependencia que dé más detalles de cómo será este proceso o bien, qué lineamientos deben seguir las personas interesadas en inscribirse como voluntarios a dichas pruebas.
Aceptar formar parte de este estudio es una manera de ser solidario con la humanidad y aportar en medio de una situación no solo compleja en cuestiones de salud, sino de economía.
¿Cuál ha sido el impacto económico?
El confinamiento se convirtió en un mandato por parte de las autoridades sanitarias, ante la incertidumbre y desconocimiento del virus SARS-COV-2, se solicitó de forma global entrar en una cuarentena que tuvo efectos colaterales como el impacto en la economía global.
Esto significó que muchos de los grandes corporativos detuvieron sus actividades, comercios cerraron y la economía se hundió creando una terrible recesión.
Según las previsiones del Banco Mundial, la economía mundial se reduciría un 5,2% este año, y de acuerdo con la edición de junio de 2020 del informe Perspectivas económicas mundiales del Banco, es la peor recesión desde la Segunda Guerra Mundial, y la primera vez desde 1870 en que tantas economías experimentan una disminución del producto per cápita.
La realidad es que los efectos están siendo particularmente profundos en los países más afectados por la pandemia y en aquellos que dependen en gran medida del comercio internacional, el turismo, las exportaciones de productos básicos y el financiamiento externo.
No obstante, de acuerdo con Amina Mohammed, la vicesecretaria general de la ONU, los ministerios de economía de todo el mundo tienen el deber de ayudar a los países a salir del caos social y económico provocado por la pandemia de COVID-19.
Entre 70 y 100 millones de personas podrían verse empujadas a la pobreza extrema; 265 millones de personas más podrían enfrentar una grave escasez de alimentos a fines de este año, y se estima que se han perdido 400 millones de puestos de trabajo, por supuesto, afectando de manera desproporcionada a las mujeres.
Amina Mohammed, la vicesecretaria general de la ONU.
Sumado a esto, unos 1600 millones de estudiantes se encuentran fuera de la escuela y es posible que nunca regresen. Y ante devastador panorama ¿cuál ha sido la postura de las empresas?
Posturas empresariales
En medio de situación tan caótica han surgido cuestionamientos sobre el rol de las empresas y cómo deberían gestionar su reputación en circunstancias sin precedentes.
En el ámbito global, las posturas empresariales han pasado al escrutinio público. Muchas de ellas se han movilizado efectivamente al generar iniciativas que mitiguen los estragos de la crisis.
Entre las iniciativas se encuentran aquellas que decidieron transformar sus suministros y crear productos como gel antibacterial para combatir el virus, mientras que otras pusieron a la orden sus aeronaves con el fin de transportar suministros médicos desde China, aunado a las medidas de salud e higiene para continuar laborando.
Por otra parte, a la fecha hay iniciativas que llevan alimentos a hospitales para reforzar su apoyo al sector médico, así como aportaciones para crear unidades temporales COVID-19 que velan por la salud de los pacientes.
En sí las posturas empresariales han tenido gran respuesta en el ámbito de su Responsabilidad Social Empresarial (RSE), lo cual ha sido de gran apoyo en un momento tan complejo para todos.
Cabe destacar que aunque la noticia respecto al número de decesos es definitivamente mala, la realidad es que muchos sectores se han movilizado para trabajar de forma efectiva y en conjunto con el propósito de librar una batalla que no esperábamos pelear.
Hoy alcanzamos un millón de muertes y el panorama global aún es preocupante, sin embargo, todavía aguardamos una esperanza para la especie humana, la cual no se ha visto derrocada ni hace cientos de años, ni en ningún acontecimiento histórico que conozcamos.
