Gerhard Ludwig Müller, un alto cardenal del Vaticano a quien hace poco despidió el papa Francisco, dijo que el tratamiento que el papa le dio a él y a otros empleados del Vaticano es inaceptable.
En una entrevista con el diario alemán Passauer Neue Presse comentó que “no puedo aceptar la manera de cómo hace las cosas”. “El papa no puede tratar a la gente de esta manera”.
Müller, quien ahora es exjefe de la Congregación de la Doctrina de la Fe (CDF) fue informado por el Papa Francisco que no se le renovaría su contrato, solo dos día antes de que éste terminara.
“No me dio una razón”, dijo el cardenal de 69 años en la entrevista, “Así como tampoco dio ninguna razón para despedir a otros tres miembros altamente competentes de la CDF, hace pocos meses”.
El director de la oficina de Prensa del Vaticano, Greg Burke, comentó que fue una reunión privada con el papa y que no hay comentarios.
El despido del cardenal, se dio mientras el Vaticano se encontraba en la mira de todos, debido a que hace unos días, la policía de Australia anunció cuatro cargos por delitos sexuales al secretario de economía del Vaticano.
Müller, aunque fue despedido como funcionario del Vaticano, sigue siendo cardenal de la Iglesia Católica y esto hace que su crítica pública al Vaticano sea más polémica.
“He dicho esto antes: La enseñanza social de la Iglesia también debe aplicarse a la forma en que los empleados son tratados aquí en el Vaticano”, dijo Müller, implicando que ha habido un descontento entre las enseñanzas del papa y cómo las aplica en su propia curia.
Empleados en el Vaticano
Desde hace tiempo, los empleados se quejan de lo que se habla en cuanto a justicia social en la iglesia, además, los derechos de los trabajadores no siempre son respetados, esto de acuerdo con el analista del Vaticano de CNN, John Allen of Crux.
También comentó que es inusual que el criticismo no está llegando de un empleado de bajo nivel de los Museos Vaticanos, “sino de un cardenal que se ha vuelto un símbolo público de las tensiones alrededor del papa Francisco”.
Las tensiones se relacionan con los permisos de Francisco al darles la Santa Comunión a los divorciados y católicos que se hayan vuelto a casar, puesto que es un tema difícil de tratar y que ha dividido a liberales y conservadores en la Iglesia Católica.
El vaticanista Andrea Gagliarducci comenta que aunque Müller es conservador, nunca criticó abiertamente al papa en asuntos de doctrinas y que el problema fue en la forma en la que fue despedido.
“A la gente se le olvida que hubo muchos cardenales que criticaron a Benedicto XVI y a Juan Pablo II al principio de sus pontificados, ningún papa le agrada a todo el mundo” dice Gagliarducci.
El cardenal Müller fue reemplazado por monseñor Luis Francisco Ladaria Ferrer, un jesuita y segundo al mando de la Oficina de Doctrina del Vaticano.
Los casos de abuso sexual que enfrenta la Iglesia, están a cargo de la Congregación de la Doctrina de la Fe. Ante esto el papa Francisco prometió hacer frente a la crisis.