Muchas empresas están haciendo lo posible por eliminar el plástico de sus empaques. Desde la popular Bolsa Verde de Walmart hasta smartphones recubiertos de bambú. Pero a veces eliminar los plásticos es más difícil, por eso los científicos trabajan en lograr que este material sea biodegradable y no contenga petróleo.
El plástico tradicional está hecho con petróleo, por lo que el proceso de su creación es sumamente nocivo para el ambiente, y su desecho continúa este ciclo, porque pueden despedir toxinas que contaminan el suelo y el agua, además de dañar a las especies que los consumen.
De acuerdo con un artículo de FastCompany, esta ya no es la única opción. Aunque parezca ciencia ficción, ahora hay empresas que pueden fabricar plásticos a partir de bacterias y otros microorganismos. Los microbios pueden convertir gas o aire en plástico al recombinar moléculas de oxígeno y carbono en forma de botellas o cualquier otro producto.
Pero eso no es todo: este material es, según estudios, mucho más barato que el tradicional. Por lo tanto, no tendría que competir en base al impacto ambiental, sino solamente por el económico, un factor muy importante para que la industria lo acepte rápidamente.