El Plastiki, un guerrero de las aguas, terminó su viaje

Construido con más de 12.500 botellas recicladas, tras 125 días en el mar, propulsado a vela, y después de haber recorrido más de 8.000 millas marinas, el catamarán ‘Plastiki‘ esgrime en su mismo casco un triste recordatorio: del 60% al 80% de la contaminación del mar es causada por plásticos.

Con el objetivo de llamar la atención sobre este problema que está colapsando a los océanos, el ‘Plastiki‘, llamado así en honor a la balsa Kon-Tiki, que navegó en 1947 las aguas del Pacífico, albergó en su jornada ecológica a David De Rothschild un guerrero ‘verde’ devenido de una familia de banqueros y que ha consagrado los cuatro últimos años de su vida a la singular expedición. Asimismo llevó en sus entrañas a otros cinco tripulantes. Al timón estuvo la capitana británica Jo Royle, asistida por David Thompson, uno de los mayores expertos mundiales en navegación en catamarán. Esta tripulación realizó el viaje dentro de una cúpula geodésica, rematada por paneles solares, con camas, ducha solar e inodoro de compost.

Este impresionante viaje que provocó que los ojos del mundo voltearan a mirar a la pequeña pero simbólica embarcación, será el material para un documental del National Geographic, en el que se mostrarán los momentos más dramáticos de la travesía (las tormentas del mar de Tasmania que casi hacen zozobrar el catamarán) y la escurridiza ‘isla de plástico’ del Pacífico, que es más bien un ‘mar de los sargazos’ de residuos humanos.

Hewlett-Packard Co., recientemente envuelta en el escándalo de su CEO, proporcionó tecnología para el viaje, así como el Centro de Control de la Misión Plastiki. También, para el proyecto, se desarrolló un nuevo material llamado Seretex, hecho de mono-polímero reforzado, totalmente reciclable; las botellas se unieron con una cola orgánica hecha a base de anacardos y caña de azúcar.

El catamarán de 20 metros de eslora partió de San Francisco el 21 de marzo y culminó su odisea el pasado 26 de julio; y estará amarrado frente del Museo Marítimo de Sydney durante un mes y medio.

Interesante proyecto para llamar la atención sobre un problema global y que nos recuerda, sin duda alguna, las gestas de otro gladiador de los mares, el Rainbow Warrior, de Greenpeace.