El problema del plástico no solo ha puesto en riesgo la estabilidad ambiental, también nuestra salud y la de muchas especies. Quizá en 1860, cuando se descubrió, significó un avance y una oportunidad para cambiar el empaque y presentación de muchos artículos pero hoy en día es uno de los materiales que el planeta no puede digerir.
El problema del plástico
El impacto del plástico en el medio ambiente es preocupante, y es que este material puede tardarse hasta 1.000 años en degradarse. Por si esto no fuera poco, todos aquellos plásticos que entran en contacto con los alimentos envenenan a los seres humanos, debido a que muchos de estos envases contienen aditivos tóxicos que contaminan la sangre del 90% de la población.
Debido a todo el problema del plástico, la Organización Mundial de la Salud y la UNEP, compartieron que uno de los efectos dañinos del plástico, la disrupción endocrina, es también una crisis global e incluso un grupo de investigadores pidieron al gobierno señalar al plástico como un material altamente peligroso.
Mientras que la Fundación Ellen MacArthur, compartió que en los últimos 50 años, la población mundial ha migrado de soluciones reciclables a artículos desechables de un solo uso; resaltando que solo el 2% del plástico se recicla por completo y se convierte en un nuevo embalaje.
Programas de reciclaje exitosos
Para abordar el problema del plástico, tanto ciudadanos como organizaciones han creado programas de voluntariado para retirar los plásticos de los ecosistemas dañados y llevarlos a plantas encargadas de gestionar este material responsablemente.
Como en el caso de la Comisión Europea que anunció su estrategia de plásticos, mientras que Francia desarrolló un ambicioso compromiso que consiste en reciclar el 100% los plásticos para 2025.
En Reino Unido se integró plan ambiental de 25 años que planea deshacerse de los plásticos desechables. Por su parte, la Fundación Ellen MacArthur señaló que algunas empresas, también decidieron combatir el problema del plástico integrando programas de reciclaje y creando embalajes sostenibles.
El plástico es uno de los materiales que el planeta no puede digerir.
A pesar de que todos esos son claros ejemplos de un impulso creciente hacia la sostenibilidad y hacia la solución del problema de plástico, existen algunas empresas que todavía no saben cómo abordar su impacto ambiental.
4 cosas que las compañías pueden hacer
Para aumentar la tendencia sobre desarrollar productos o servicios enfocados en el objetivo del término “De la Cuna a la cuna” y bajo el esquema del modelo de la economía circular, existen cuatro puntos que las marcas podrían integrar a su estrategia.
1-. Ver más allá
Muchas compañías podrían pensar que la clave para terminar con la contaminación y el problema del plástico se centra en solo desarrollar programas de reciclaje pero no es así.
Desde un inicio, las marcas deben pensar en como desarrollar productos o servicios sostenibles que puedan entrar en un programa que incluya las 3R (reducir, reutilizar, reciclar).
Además, deben integrar a sus grupos de interés en este movimiento e invitarlos a utilizar productos más sostenibles y rechazar todos aquellos plásticos de un solo uso como las bolsas de plástico.
Caso de éxito: Estado Natural
Esta tienda ofrece una alternativa sustentable para comprar alimentos a granel. De acuerdo con Estado Natural, comprar de esta forma evita un impacto ambiental negativo al no tener empaques ni marcas, además de que cada compra apoya a los productores mexicanos.
2-. Sosteniblidad en empaques
Las empresas deben comenzar a rediseñar los embalajes y la forma en la que empaquetan sus productos.
Aunque puede parecer un reto difícil, integrar la sostenibilidad en empaques y reducir los materiales de embalaje y adhesión se ha convertido en un reto que vale la pena intentar ya que no solo tiene un impacto ambiental positivo, también ayuda a las marcas a ahorrar recursos.
Caso de éxito: Nikon
Para combatir la tendencia derrochadora de envases desechables y la impresión de manuales que se terminaran perdiendo, Karin Hilgenkamp, creó un nuevo diseño sostenible para Nikon y sus cámaras sin perder de vista el principal objetivo: mantener el empaque vivo después de su uso principal.
Después de retirar la caja y sus accesorios, el embalaje de esta cámara invita a los consumidores a presionar los lados perforados del cartón exterior y descubrir el manual de usuario impreso detrás de cada pieza. Como resultado los usuarios tienen una colección de cinco libros que pueden almacenar dentro del paquete de la cámara para un fácil almacenamiento.
3-. Definiciones más amigables
Existen muchos términos como “amigable con el ambiente” o “bioplástico” que pueden causar confusión en los grupos de interés y este desconocimiento puede fomentar que las marcas hagan greenwashing y les vendan a los consumidores productos pocos sustentables.
Para evitar esta confusión, las marcas deben compartir que es realmente cada uno de los materiales que usan y que significan realmente los conceptos que comparten en sus campañas e iniciativas a favor del medio ambiente.
Caso de éxito: Mud Jeans
Esta empresa no solo creó un sistema para rentar pantalones, también alineó todo su proceso al esquema de la economía circular, que permite que todos sus productos sean fabricados de tal forma que al terminar su ciclo de vida, vuelvan a integrarse a la cadena para crear algo nuevo y bajo este modelo se aprovechan más los recursos y se desperdicia menos.
4-. Alianzas responsables
Crear alianzas responsables puede ser una solución para abordar el problema del plástico y de otros conflictos globales como el desperdicio de alimentos pero estas alianzas no solo deben de darse entre empresas y organizaciones, también entre empresas y gobierno.
El gobierno juega un papel muy importante para solucionar este tipo de problemas de globales, por lo que crear alianzas que involucren a los programas del gobierno es una parte importante para impulsar la sostenibilidad.
Caso de éxito: Francia y su programa para evitar el desperdicio
Al igual que el problema del plástico, el desperdicio de alimentos también tiene un impacto ambiental y social negativo.
Por ello, Francia prohibió a todos los establecimientos tirar la basura y en su lugar crear una alianza para enviar todos los alimentos que estén próximos a vencer a bancos de alimentos y otras organizaciones encargadas de gestionar este tipo de alimentos.
También le pidió a la industria alimenticia cambiar el proceso de las fechas de caducidad ya que hay ciertos productos que suelen vencer hasta una semana después o más de la fecha indicada en un comienzo.