Puede que los cazadores furtivos de elefantes estén interesados solamente en los colmillos de los animales. Pero el emprendedor keniano John Matano está interesado en lo que sale del otro extremo del mamífero terrestre más grande.
Esto es debido a que Matano, un empresario de 58 años de edad, recoge estiércol de elefante que se convierte en papel de alta calidad.
Y para mantener un suministro continuo de estiércol, Matano desea fervientemente que los elefantes de Kenia sigan con vida y en buen estado.
Aunque algunas personas podrían encontrar un poco desagradable pensar en que los excrementos de elefante se conviertan en papel, ésta es de hecho una pequeña pero creciente industria en el país de África oriental.
Actualmente 17 firmas participan en este peculiar negocio, de acuerdo con cifras oficiales.
«Si me preguntan ‘tiene el papel de estiércol de elefante una calidad razonable?’, La respuesta es sí, sin duda», dice Matano, cuya empresa Nampath emplea a 42 personas y produce utilidades anuales de US$23.000.
El ave desconocida cuya cabeza vale tres veces más que el marfil
La fibra se hierve durante cuatro horas para garantizar su limpieza.
La industria keniana del papel de estiércol de elefante se centra en el santuario de Mwaluganje. Esta zona de protección de elefantes está en un terreno de 36 kilómetros cuadrados, propiedad de la comunidad, a 45 km al suroeste de la ciudad costera de Mombasa.
La manufactura de papel comenzó como un proyecto piloto en 1994. Su comercialización se inició una década más tarde, cuando los agricultores locales como Matano establecieron sus propios negocios de fabricación de papel.
El santuario en sí se estableció en 1993, tanto para proteger a los elefantes, como para ayudar a los alrededor de 200 agricultores locales.
Por generaciones, los granjeros tuvieron que tolerar que los elefantes de la cercana Reserva Nacional Shimba Hills, propiedad del gobierno, entraran a sus tierras, destruyendo sus cultivos.
Esto dio lugar a conflictos graves y en ocasiones mortales entre los seres humanos y los elefantes.
Por lo que el santuario de elefantes Mwaluganje se estableció junto a la reserva nacional, con la ayuda financiera de la Agencia de Estados Unidos para el Desarrollo Internacional (USAID) y de la entidad británica de beneficiencia, Born Free Foundation.
La idea era que los agricultores de los alrededores recibirían una parte de los ingresos del santuario por turismo para compensarlos por la destrucción de cultivos por los elefantes.
Un elefante promedio consume 250 kilos de comida cada día. A partir de esa cantidad se producen 50 kg de estiércol, de los que pueden manufacturarse 125 hojas de papel tamaño carta.
Además, el santuario buscaba estimular a los agricultores a explorar nuevas fuentes de ingresos adicionales como la apicultura, la venta de estiércol de elefante para la manufactura de papel, o la fabriación misma del papel.
¿Cómo se hace?
Matano dice que la fabricación de papel a partir de estiércol de elefante «no es complicada en absoluto, es un asunto fácil».
Primero se lavan las heces, que están llenas de hierba y otras fibras vegetales que han sido descompuestas por el sistema digestivo del elefante.
«Después, la fibra se hierve durante cuatro horas en una cuba para garantizar su limpieza».
El papel de estiércol de elefante tiene función ecológica.
«Luego, la mayor parte del proceso restante es similar al de la fabricación de papel normal [de pulpa de madera].»
Matano añade: «Un elefante promedio consume 250 kilos de comida cada día. A partir de esa cantidad se producen 50 kg de estiércol, de los que pueden manufacturarse 125 hojas de papel tamaño carta».
Asegura que tanto el precio como la calidad son similares a los del papel estándar, pero con la ventaja añadida de reducir la deforestación.
«Se está salvando de la destrucción a los árboles nativos en bosques cercanos», dice Matano, que ahora tiene tiendas en Mombasa y en la capital, Nairobi.
«El negocio es estable y tiene un futuro prometedor. Es importante para que la caza furtiva y la tala ilegal baje a 0%.»
Protección y negocio
El Servicio de Vida Silvestre de Kenia (KWS, por sus siglas en inglés), una agencia del gobierno, dice que la industria del papel de estiércol de elefante está de hecho ayudando a proteger a los 7.000 elefantes que quedan en Kenia y a reducir la tala ilegal.
Matano asegura que el papel de estiércol de elefante es buen negocio.
«Es un buen esfuerzo, ayuda a que los seres humanos convivan con los elefantes», dice Paul Gathitu, portavoz de la organización.
Otra empresa de Kenia que hace papel a partir de estiércol de elefante es Transpaper Kenia, un fabricante tradicional de papel con sede en Nairobi.
Aunque la mayoría de sus productos están hechos de diferentes tipos de especies de árboles nativos, 20% provienen ahora de estiércol de elefante.
«El papel hecho a partir de los excrementos de elefante es de igual calidad que el papel normal. El precio también es casi el mismo,» dice Jane Muihia, de Transpaper Kenia.
«No huele mal, ya que pasa a través de todas las etapas habituales de fabricación.»
Muihia añade que su compañía produjo 2.809 toneladas de papel a partir de estiércol de animales el año pasado, y se espera que esta cifra se triplique para el final de este año.
De vuelta en el santuario de elefantes Mwaluganje, su director Kafe Mwarimo dice que la industria del papel estiércol de elefante ha ayudado hasta ahora a más de 500 residentes locales a salir por sí mismos de la pobreza.
Y teniendo en cuenta que 600 elefantes pasan regularmente por la vecindad, no hay escasez de materia prima para seguir con el negocio.
Fuente: BBCMundo