¿Qué papel juega el género en la vida social, económica, psicológica, familiar y política de la sociedad mundial, y en particular de México?
Una de cada cinco mujeres que utiliza servicios de emergencia en hospitales, llega golpeada por su pareja. Sin embargo, sólo una de cada cien mujeres denuncia a sus golpeadores. Sumado a lo anterior, están otros hechos recurrentes: mujeres que interrumpen su trayectoria profesional a partir de su maternidad y madres trabajadoras que se enfrentan a la incompatibilidad de horarios escolares y laborales, por ejemplo.
El Instituto Nacional de Madres Profesionistas, S.C., tiene entre sus retos el de promover empresas creadas y administradas por mujeres, así como encontrar solución a problemas de tiempo, economía y realización profesional, para ofrecer así contextos de mayor estabilidad social, laboral y familiar.
Otras de las estrategias del INAMAP, es la de participar en la conversión de las empresas que desean ser familiarmente responsables.
Porque los empresarios deben tomar conciencia de su grado de responsabilidad como generadores de disfuncionalidad o impulsores de equilibrio y salud en el núcleo familiar de sus empleados. Y el tomar conciencia es el punto de partida para ayudar a que las familias no se desintegren por falta de atención de los padres. Inmediatamente y casi de manera natural aparecen las políticas de flexibilidad, diversidad, retención de talento y garantías de estabilidad y continuidad.
EFR, ¿para qué?
A pesar de que en el siglo XX se acotaron significativamente las distinciones discriminatorias de género como nunca antes en la historia, la labor en esta materia sigue siendo titánica. Por ejemplo, según el Informe sobre el desarrollo mundial 2012: Igualdad de género y desarrollo, del Banco Mundial, presentado en septiembre de este año, las mujeres hoy en día constituyen ya el 40% de la fuerza laboral en el orbe; son ellas quienes ostentan el promedio de vida más alto en todas las regiones del mundo; la multiplicación histórica de niñas y mujeres alfabetizadas redunda en mayor presencia de este género en las escuelas de países en vías de desarrollo; en materia de educación, incluso, hay regiones donde las desventajas de la disparidad de género son para los hombres y niños. Pero en el caso de las mujeres siguen presentándose datos alarmantes: ¿sabías que en México las mujeres perciben 20% menos que los varones? Se trata del doble de lo estimado para el resto de los países de América latina, según el mismo informe.
Una Empresa Familiarmente Responsible podrá identificar la realidad de los perfiles de sus empleados, considerarlos y optimizar el desempeño de cada quién. Es tan simple como considerar que una mayor remuneración al género femenino redundará en mayor productividad, mayor crecimiento, mayores retos. Finalmente, revela el informe, el crecimiento económico de un país sí es equitativo a la igualdad de género y su relación con la productividad. Ser una empres Familiarmente Responsable supone contribuir a la estrategia global por mejorar las condiciones de igualdad de género en el mundo.
Los diez pasos que ha de seguir una empresa para convertirse en Familiarmente Responsable (EFR)
1. Diagnóstico de condiciones actuales
2. Compromiso de la alta dirección para apoyar el cambio
3. Construcción de un comité coordinador trabajo-familia ajeno a los vicios de un sindicato
4. Consulta sobre las necesidades familiares de los empleados
5. Elaboración del plan de acción para realizar el cambio
6. Elaboración del manual de las políticas y su reglamento interno
7. Liderazgo y ejemplo de la alta dirección
8. Valores familiares integrados en la misión corporativa
9. Despliegue de políticas y acciones adaptadas a diferentes públicos
10. Evaluación de resultados
Te invitamos a leer el informe del Banco Mundial en:
http://www.bancomundial.org/publicaciones/
Descarga el Manual de Aplicación de Empresa Familiarmente Responsable de la Secretaría del Trabajo y Previsión Social (STPS), en: www.stps.gob.mx
Fuente: Revista Ventana EBC, p. 18 y 19.
Por: Lorena E. Rubio López, Presidenta del Instituto de Madres Profesionistas, S.C.
Publicada: diciembre-enero 2012.