El rey de España Juan Carlos asumió la exigencia de «ejemplaridad y transparencia» que reclama la sociedad durante su tradicional mensaje de Nochebuena y reafirmó su determinación a seguir como monarca, en un momento en que se especulaba sobre su posible abdicación tras varias operaciones quirúrgicas y los escándalos de corrupción que han salpicado a la familia real.
«Quiero transmitiros como Rey de España (…) mi determinación de continuar estimulando la convivencia cívica en el desempeño fiel del mandato y las competencias que me atribuye el orden constitucional», dijo el Rey, que el 6 de enero cumplirá 76 años y lleva 38 de reinado.
El estado de salud del monarca -que se ha sometido a cinco operaciones quirúrgicas en los últimos dos años- y los escándalos que han rodeado a la Casa Real han alimentado el debate sobre una posible sucesión y han perjudicado la popularidad de la institución en plena crisis económica.
Este ha sido un año difícil para la monarquía. Un juez imputó en abril a la infanta Cristina por apreciar posible connivencia en el presunto enriquecimiento ilícito de su marido Iñaki Urdangarin, pero la Audiencia Provincial de Mallorca suspendió la histórica imputación, la primera de un miembro de la familia real, al considerar que no existían suficientes indicios incriminatorios.
Sin embargo, el tribunal dejó abierta la puerta a investigar a Cristina de Borbón por un presunto delito fiscal, y el juez ha continuado con su instrucción.
Actualizar la convivencia
El discurso de Navidad es el mensaje más personal del Rey, en el que tiene la oportunidad de hablar directamente a la sociedad española. El monarca aprovechó la oportunidad para hacer una defensa de un país abierto a diferentes sensibilidades en pleno desafío soberanista de Cataluña.
Juan Carlos invitó a los políticos a solucionar los problemas territoriales, después de que el presidente de Cataluña, Artur Mas, anunciase este mismo mes la convocatoria de una consulta para el 9 de noviembre de 2014 en la que preguntará a los catalanes si quieren un Estado independiente.
«Es verdad que hay voces en nuestra sociedad que quieren una actualización de los acuerdos de convivencia. Estoy convencido de que todas estas cuestiones se podrán resolver con realismo, con esfuerzo, con un funcionamiento correcto del Estado de Derecho y con la generosidad de las fuerzas políticas y sociales representativas», dijo el Rey.
En un país con un alto paro que sigue sufriendo los efectos negativos de una crisis económica iniciada hace más de cinco años, el Rey quiso saludar en primer lugar a los desempleados, los jóvenes y las personas sin vivienda.
«Saludo especialmente afectuoso a aquellos a quienes con más dureza está golpeando esta crisis: a los que no habéis podido encontrar trabajo o lo habéis perdido durante el año que va a terminar; a los que por circunstancias diversas no podéis disponer de una vivienda; a los jóvenes que no habéis podido encauzar todavía vuestra vida profesional», dijo.
El monarca confió en el esfuerzo para que la incipiente recuperación económica se confirme, pero dijo que la crisis no se acabará hasta que no haya más trabajo.
«No podemos aceptar como normal la angustia de los millones de españoles que no pueden trabajar. Para mí, la crisis empezará a resolverse cuando los parados tengan oportunidad de trabajar», dijo.
Fuente: Reuters España