Una parte importante del crecimiento de los factores ambientales, sociales y de gobernanza (ESG, por sus siglas en inglés), un marco de inversión responsable, ha sido impulsada por aspectos ambientales y la respuesta al cambio climático. Pero otros componentes de ESG, en particular de la dimensión social, también han ido ganando protagonismo.
Con base en lo anterior, los críticos han argumentado que la importancia de ESG en la licencia social se ha vuelto fundamental como referencia para la credibilidad corporativa, y una estrategia en la inversión que impulsa el desempeño financiero y valor para los accionistas sobre todo en la inversión de proyectos que se ubican en comunidades inestables.
Estabilidad en la inversión
Desde India hasta Turquía, y desde Ecuador hasta Etiopía, el activismo contra las operaciones de minería, energía y agronegocios ha interrumpido la producción, dañado los equipos de capital y, en algunos casos, cerrado las operaciones. Francia y Noruega se encuentran entre los países que han visto el activismo comunitario que afecta al sector de las energías renovables, con protestas contra las inversiones en parques eólicos.
Mientras tanto, es probable que, a medida que Europa implemente su plan de Transición Verde, las protestas crezcan derivado del impacto de las nuevas inversiones en las comunidades locales. Estos incidentes dañan la reputación corporativa a nivel mundial y tienen el potencial de socavar las calificaciones ESG y la confianza de los accionistas de una empresa.
Sin embargo, hay pasos que una empresa puede tomar para crear estrategias matizadas que involucren a las partes interesadas y apunten a obtener una licencia social para operar. Entendido esta última por la definición de Katherine Villanueva, Socia de Auditoría de EY en Perú, una empresa de consultoría global:
«[Licencia Social es] el conjunto de percepciones que tiene la comunidad, u otros grupos de interés, respecto de la seguridad, sostenibilidad e impacto a largo plazo que tienen las operaciones de las empresas que realizan actividades extractivas. Los proyectos que no la obtienen o que fracasan en mantenerla en el largo plazo generalmente se encuentran con una comunidad hostil que puede llegar a paralizarlos por periodos prolongados de tiempo o incluso a cancelarlos».
Katherine Villanueva, Socia de Auditoría de EY en Perú.
Asimismo, es fundamental que las empresas identifiquen quee muchos de los problemas críticos que subyacen durante un proyecto de inversión, como puede ser el caso de una planta eólica, se deben a la falta de consideración ESG en la licencia social.
ESG en la licencia social
Algunos de estos desafíos parten del hecho de que algunas empresas pasan por alto que una condición previa para mantener el valor social de las inversiones o proyectos es administrar y abordar las externalidades masivas que cambian el paradigma. Con esto nos referimos a que las empresas pueden realizar sus operaciones de una manera aparentemente racional, aspirar a generar rendimientos trimestre a trimestre y determinar su estrategia en un lapso de cinco o más años. Pero, si no asumen riesgos como la erosión de la licencia social, al no tener en cuenta las externalidades, sus pronósticos, sus estrategias centrales y sus operaciones pueden no ser alcanzables en absoluto.
Es así que en medio de una maraña de métricas, estimaciones, objetivos y puntos de referencia en ESG, los gerentes pueden pasar por alto el objetivo principal de por qué están midiendo: para garantizar que su negocio perdure, con el apoyo de la sociedad, de una manera sostenible y ambientalmente viable.
En respuesta a estos desafíos críticos de ESG en la licencia social, los especialistas deben abordar tres puntos clave: las externalidades, la inversión en la licencia social y la mejora de las mediciones de ESG a lo largo del tiempo. A continuación, explicamos esto más a detalle.
1. Las empresas deben tener en cuenta externalidades
Las acciones de la empresa pueden tener consecuencias significativas para las personas que no están directamente involucradas con la empresa. Las externalidades, como las emisiones de GEI de una empresa, los efectos en los mercados laborales y las consecuencias para la salud y la seguridad de los proveedores se están convirtiendo en un desafío urgente en nuestro mundo interconectado.
Las empresas multinacionales, en particular, no pueden darse el lujo de adoptar un enfoque de esperar y ver. Por el contrario, sus partes interesadas esperan que participen ahora en cómo probablemente evolucionará el panorama regulatorio y el dominio social más amplio. Un ejemplo claro de ello es que los trabajadores también priorizan cada vez más factores como la pertenencia y la inclusión, ya que eligen permanecer en una empresa o unirse a un empleador competidor.
2. La licencia social no es estática
La licencia social no es estática y las empresas no se ganan la confianza continua de los consumidores, empleados, proveedores, reguladores y otras partes interesadas basándose simplemente en acciones anteriores. De hecho, ganar capital social es análogo a ganar deuda o capital social: aquellos que lo amplían buscan resultados pasados para obtener información sobre el desempeño actual y están más preocupados por las perspectivas a mediano y largo plazo.
Por ello, debido a que los esfuerzos de ESG son un viaje, se esperan obstáculos en el camino. Las tendencias clave se pueden pasar por alto, se pueden cometer errores, se pueden manifestar comportamientos deshonestos y las acciones pueden tener consecuencias no deseadas. Sin embargo, la licencia social es «oxígeno» corporativo. Las empresas deben adelantarse a los problemas y eventos futuros creando un propósito en sus modelos comerciales y demostrando que benefician a múltiples partes interesadas y al público en general.
Muchas otras empresas, en todas las geografías e industrias, también están utilizando ESG para lograr un impacto social y beneficios financieros auxiliares. Por ejemplo, Natura &Co, una empresa de cosméticos con sede en Brasil, cuyo negocio es #promover la relación armoniosa del individuo consigo mismo, con los demás y con la naturaleza», dirige sus esfuerzos ESG a iniciativas como la protección de la Amazonía, la defensa de los derechos humanos y la adopción de la circularidad.