El exceso de ruido procedente del tráfico y de otras fuentes tendría efectos negativos en animales como las aves quienes necesitan del sonido para obtener información de su entorno y así poder comunicarse.
De acuerdo a un estudio publicado en la revista The Condor: Ornithological Applications, el ruido proveniente del tráfico hace que las aves respondan menos a las llamadas de alarma que las debería alertar sobre la presencia de depredadores.
Los investigadores a cargo del estudio del Vassar College de Nueva York, analizaron cómo el ruido del tránsito afectaba a las reacciones de los carboneros de capucha negra y el herrerillo bicolor a las llamadas de alarma de los herrerillos, que advierten a las aves sobre la presencia cercana de un depredador.
Los resultados le sugieren a los investigadores que el ruido puede reducir la capacidad de las aves de percibir una llamada de alarma, dejándolas, así, vulnerables a los depredadores.
«El experimento nos ayuda a entender cómo el ruido causado por el ser humano puede interferir en la transferencia de información entre los animales en los grupos sociales», explica Rindy Anderson, experto en comunicación vocal de la Universidad de Florida Antlantic.
Fuente: VeoVerde