Hace algún tiempo hablamos del mega proyecto Desertec, que proponía la instalación de estructuras solares en el desierto del Sahara para proveer de energía limpia a comunidades locales y a Europa por medio de líneas que atravesarían el Mediterráneo.
Aparentemente, el tono potencial de las afirmaciones se termina. Durante los últimos días de octubre, un comunicado de prensa informó que se ha conformado oficialmente un conglomerado de 12 compañías que llevarán adelante el proyecto, y que las primeras cuotas de energía limpia generada en este proyecto estarían llegando a Europa en 2015 (el objetivo es cubrir el 15% de la demanda europea para 2050).
Las empresas que forman parte del proyecto, bajo la denominación de DII, son ABB, Abengoa Solar, Cevital, Fundación Desertec, E.ON, HSH Nordbank, MAN Solar Millennium, Munich Re, M+W Zander, RWE, Schott Solar, y Siemens. Mientras tanto, las oficinas del proyecto tendrán sede en Munich, Alemania. El CEO de DII será Paul van Son.
Según el comunicado de prensa oficial, el objetivo de esta sociedad será «acelerar la implementación del concepto Desertec propuesto por la Fundación Desertec». Así, el conjunto de empresas llevará a cabo análisis y montará una infraestructura de inversiones para poder implementar el proyecto.
«Es el momento de hacer de esta visión una realidad», señaló Van Son. «DII se centrará primordialmente en [estudiar] las condiciones económicas, técnicas y de regulación necesarias para que el proyecto se lleve a cabo con éxito», agregó, remarcando que este proyecto servirá de referencia para otras iniciativas similares.
Mientras se llevan a cabo en Barcelona las últimas reuniones preliminares antes de la cumbre climática de Copenhague en diciembre, este tipo de proyectos vislumbran el protagonismo que el sector privado puede tener en el camino a la sostenibilidad.
Como lo señala Torsten Jeworrek, miembro del consejo de la empresa Munich Re, en nombre de los fundadores de DII: «La pregunta no es si deberíamos hacer algo, sino cómo podemos reducir las emisiones de gases de efecto invernadero en la atmósfera, y cómo podemos lograrlo de una manera inteligente y beneficiosa tanto para el medio ambiente como para la economía.
En vistas a la próxima cumbre de Copenhague, esta iniciativa del sector privado demuestra cómo potenciales negocios pueden alinearse con objetivos de sostenibilidad».
