La marca H&M, el segundo retailer de ropa más grande del mundo, aseguró que era «imposible» continuar con su negocio en Rusia, debido a la guerra. De acuerdo con el portal BBC, la decisión se produce después de que la firma sueca suspendiera todas las ventas en el país atacante en marzo del 2022, poco después de que las tropas rusas se desplegaran por territorio ucraniano.
Y aunque la empresa no ha dado fecha exacta de su salida, lo cierto es que esta decisión afectaría a más de 150 tiendas y alrededor de 6,000 empleados, ante esto, H&M ha señalado que:
«Después de una cuidadosa consideración, vemos que es imposible continuar nuestro negocio en Rusia dada la situación actual. Estamos profundamente entristecidos por el impacto que esto tendrá en nuestros colegas y muy agradecidos por todo su arduo trabajo y dedicación. Además, deseamos agradecer a nuestros clientes por su apoyo a lo largo de los años».
Helena Helmersson, directora ejecutiva de H&M.
H&M abandona Rusia y se van…
La compañía de fast fashion es una de las muchas que se retiraron de Rusia en los últimos meses, de las cuales algunas se han ido bajo el argumento de que las sanciones impuestas por los aliados occidentales han hecho que el comercio sea inviable e imposible en algunos sectores. Mientras que otras han adoptado una postura moral sobre la guerra, o están respondiendo a la presión de sus stakeholders.
Antes de suspender su actividad, Rusia era el sexto mercado más grande de H&M, representando alrededor del 4% de las ventas del grupo en el cuarto trimestre de 2021. El gigante de ropa había estado expandiendo su presencia en aquella nación, desde que comenzó a operar en 2009, incluida la apertura de tiendas bajo otras marcas de su cartera como Weekday y & Other Stories. Además, los compradores podían pedir ropa de las marcas Monki y Cos en línea.
Esta acción de H&M, según lo ha informado, le costará cerca de dos mil millones de coronas suecas (160 millones de libras), aunado al cierre de sus sucursales ucranianas debido a las preocupaciones sobre la seguridad de los clientes y el personal. Sin embargo, la postura frente al conflicto puede contribuir a la reputación de la compañía, ya que las partes interesadas han seguido puntualmente las reacciones corporativas.
