Desde 1900 ha aumentado el número de fumadores en el mundo, a pesar de los avances logrados desde esa fecha en los países.
El cigarro está considerado por la Organización Mundial de la Salud (OMS) como “una amenaza seria para el desarrollo de las naciones” dado que alrededor del mundo 6 millones de personas mueren al año por su consumo
El oncólogo Alejandro Turek, reivindicó el trabajo del médico Angel Roffo, fundador del instituto de oncología que lleva su nombre y que a fines de la década del 20 relacionó en una investigación de laboratorio la carcirogénesis con el hábito de fumar.
“Roffo habló del camino del humo y del cigarrillo como una sustancia capaz de provocar cáncer y descubrió que el peor químico tóxico no es la nicotina sino el residuo que queda en el filtro del cigarrillo después de fumar”, resaltó Turek.
También pronosticó que si no se toman medidas severas de control, el cigarro matará a 8 millones de personas por año hacia 2030.
“Cada año la OMS llama nuestra atención sobre el tabaquismo. Quiere transmitir y alertar a la población mundial los riesgos del hábito de fumar, y la necesidad de medidas más eficaces para que el consumo de cigarrillos sea reducido, drásticamente. En 2017 el foco de la campaña es: El tabaco, una amenaza para el desarrollo”, indicó.
De acuerdo con el informe Global Burden of Diseases, elaborado por un consorcio de centenares de científicos, señalan que uno de cada cuatro hombres y una de cada 20 mujeres eran fumadores diarios en 2015, esto es cerca de 1 mil millones de personas.
La proporción de fumadores diarios se ha reducido de forma significativa respecto al año 1990, cuando uno de cada tres hombres y una de cada 12 mujeres fumaban cada día.
Pero a pesar de este dato, el número de fumadores pasó de 870 millones en 1990 a más de 930 millones debido al crecimiento demográfico mundial. Y el número de fallecimientos atribuidos al tabaco -más de 6.4 millones de personas en 2015- aumentó en un 4.7 por ciento durante el mismo periodo.
“Algunos de los objetivos en la Agenda para el Desarrollo Sostenible, de aquí a 2030, a través de la lucha anti-tabáquica, son reducir en un tercio la mortalidad prematura por enfermedades no transmisibles en todo el mundo, incluidas las enfermedades cardiovasculares, el cáncer y la enfermedad pulmonar obstructiva crónica, tres de las causadas por el hábito de fumar”, añadió
Por otro lado también comentó que el dinero que se ahorraría el mundo con la disminución de tabaco puede redirigirse a la prevención ““El dinero que se ahorraría el mundo con el cese tabáquico puede re dirigirse a prevención en salud, alimentación, y educación”, concluyó.