Dr. Luis Béjar Fuentes
Recuerdo claramente que en una de tantas reuniones internacionales llevada a cabo en la Cd. de México, el Director del área de Responsabilidad Social Corporativa de una empresa multinacional, después de una brillante y elocuente exposición de todos los programas sociales de su empresa en los que se estaban invirtiendo millones de pesos, remató con el número de beneficiados de sus programas: “a la fecha podemos decir que hemos beneficiado a no menos de 15,000 familias y por ende a un número aproximado de 67,500 personas”.
Anoté el dato, esperé que terminara su conferencia y en cuanto pude me presenté con él, lo felicité por los esfuerzos, programas y logros que acababa de presentar. Después de un breve diálogo, le hice la pregunta siguiente:¿Está Ud. seguro de los datos impresionantes que acaba de dar?.
Me miró fijamente y me contestó: “¿Porqué me hace esa pregunta?”, a lo que le respondí: sencillamente porque dudo de los mismos, o ¿tiene Ud. manera de probar dicho número?. ”Claro que sí” me contestó de inmediato, “cuento con el reporte detallado de mi gente”. Insistí en mi cuestionamiento: Y su gente, ¿cómo llegó a dichos números? “Bueno –contestó-, los OSCs que nos están apoyando han pasado su reporte y confiamos en ellos”.
Y ¿cuántas gentes tienen Uds. para darle seguimiento a sus proyectos?, le pregunté. “Poca, Ud. sabe, no se puede contratar mucha gente, pero tenemos mecanismos internos de control, indicadores, procesos administrativos, visitas esporádica a los OSCs, entre otros, y eso nos garantiza que estamos en la dirección correcta”. ¿Han tenido oportunidad de verificar en campo los datos que les están pasando los OSCs? –Finalmente pregunté- “No, no lo hemos hecho, repito por que confiamos en nuestros mecanismos internos y los organismos ejecutores”.
Finalmente le dije: Deme la oportunidad de ser ‘ojos frescos’ a su proceso de avaluación interna y externa de los programas que con tanto esfuerzo y recursos está pagando su compañía. Déjame verificar en campo lo que dicen los “beneficiarios” de sus programas, comparativamente con lo que reporta a Ud. su gente, en base a la información que reciben externamente.
Pasaron varios meses, hubo varias propuestas y finalmente, se realizó la evaluación externa siguiendo una metodología probada en casos anteriores, llegando a lo que me temía: El Talón de Aquiles mostraba su debilidad en materia de Responsabilidad Social. Muchos de los datos no podían sustentarse por sí mismos, varios de los OSCs habían sufrido cambios internos y se estaban alejando del planteamiento original.
Sus instrumentos de medición estaban defectuosos o no existían, salvo contadas excepciones. Los pocos recursos asignados para la evaluación interna y externa, y para el seguimiento de los programas eran insuficientes.
De lo anterior se desprende la ingente necesidad de establecer, conjuntamente con la parte administrativa de los proyectos con pretendido impacto social, los sistemas de evaluación interna que garanticen lo más posible, resultados confiables, pero siempre es conveniente, contar con una evaluación externa que verifique y garantice la objetividad de los datos reportados, máxime si van a ser dados a conocer en foros nacionales e internacionales.
La credibilidad de las acciones sociales están en juego y desafortunadamente cuando entra la duda, es porque se está desacreditando la acción con datos que no corresponden con la realidad y se perciben más como un esfuerzo de contabilización cosmética -que tanto daño hace- que de hacer las cosas bien con verificable impacto social benéfico.
Dr. Luis Béjar
Gerente de Desarrollo Regional y Comunitario de CASOLAR en Manzanillo, Col., con investigación social (1977-1981). Subdirector de Proyectos Especiales y Subdirector de Operación y Evaluación Social del Instituto de Acción Urbana e Integración Social -AURIS- del Estado de México (1982-1988). Investigador de VITROTEC y Gerente de Tecnología Ambiental Corporativo, de la DITAC de VITRO, estableciendo el Sistema de Evaluación de Programas de Control Ambiental (1988-1990). Miembro del Comité Espejo Mexicano que está participando en el desarrollo de la Norma ISO 26000 sobre Responsabilidad Social (2006-09), y miembro del equipo de trabajo que está revisando la Norma Mexicana voluntaria (NMX) sobre Responsabilidad Social (2007-09).
