La celebración este día se dio por primera vez el 5 de junio de 1972. Hoy es uno de los principales vínculos de la ONU para estimular la conciencia sobre este tema y exhortar a la acción a de los países que la conforman. El Fondo de Agua para Nuevo León propuesto por el Tec de Monterrey a través de su Cátedra Andrés Marcelo Sada y el Centro de Agua para América Latina es una opción para comprender la responsabilidad que tenemos como usuarios, y para ser agentes de cambio que apoyen un desarrollo justo y sostenible para las generaciones actuales y futuras.
Esta es la primera vez en la historia de la humanidad que la mayoría de la población mundial vive en ciudades: 3 mil 300 millones de personas, y el paisaje urbano sigue creciendo. La población urbana está aumentando más rápido que la capacidad de adaptación de su infraestructura, sobre todo, de la que es el origen de todo: la del agua.
El problema es mundial, pero algunas regiones lo sufren más que otras. Una de esas regiones es el norte de México. Es por ello que el Tec de Monterrey, a través de su Cátedra Andrés Marcelo Sada y el Centro del Agua para América Latina y el Caribe reunieron a los principales actores del tema del agua con el objetivo de estudiar la posibilidad de construir un Fondo de Agua para Nuevo León.
Aurelio Ramos, Director de Conservación para América Latina de The Nature Conservancy (TNC) y arquitecto del Mecanismo de Conservación de Agua para Bogotá fue invitado para hablar sobre este mecanismo con el que se ha logrado salvar varias cuencas de Colombia.
Lo hizo a través de la charla: «Fondos de agua: herramienta para la conservación de cuencas», donde explicó que usando estrategias financieras, TNC y sus socios han creado un mecanismo fiduciario de conservación para proteger las cuencas abastecedoras de agua potable a la ciudad de Bogotá, capital del país.
«Funciona atrayendo contribuciones voluntarias de entidades públicas y privadas para financiar proyectos de conservación que van desde la consolidación de áreas protegidas hasta la creación de incentivos a propietarios para proyectos que van desde la ganadería sostenible que tiene mucho que ver con evitar la sedimentación y el desbordamiento de algunos ríos de la región, hasta la conservación de ecosistemas y sus especies, y claro, también con garantizar el abastecimiento de agua de buena calidad para los habitantes de la cuenca», especificó Ramos.
El éxito ya se ha comprobado, pues este nuevo fondo está basado en una experiencia piloto ejecutada previamente en Ecuador. «The Nature Conservancy lideró el desarrollo del primer fondo del agua en la ciudad de Quito, Ecuador, en el año 2000. De una modesta inversión inicial de $10 mil dólares, el fondo de Quito ha alcanzado la cifra récord de $7 millones en capital y ya ha invertido alrededor de un millón de dólares este año en conservación de las cuencas abastecedoras que proporcionar el agua potable a 2 millones de residentes de Quito», explicó.
Señaló que este Fondo TNC pondrá en funcionamiento seis fondos similares en países de Sudamérica en los próximos dos años. «Sin estos proyectos, la Empresa de Acueducto y Alcantarillado de Bogotá tendría que gastar millones en cubrir los costos de tratamiento para remover los sedimentos del agua y proporcionar agua limpia a más de 8 millones de habitantes de Bogotá. En términos financieros y en resultados reales de conservación, estos mecanismos arrojan un tremendo retorno de la inversión, aunque, hay que decirlo, los resultados se dan a mediano y largo plazo», finalizó Aurelio Ramos.
Nuevo León tendría el primer Fondo de Agua de México
La conferencia fue el preámbulo para un panel al que fueron invitados: Óscar Gutiérrez Santana, Director General del Organismo de Cuenca Río Bravo de la CONAGUA; Raúl S. Lozano Villarreal, Director de Proyectos Sustentables, Servicios de Agua y Drenaje de Monterrey; Fernando Seriñá Garza, Director del Parque Nacional Cumbres de Monterrey, de la CONANP, y Magdalena Rovalo Merino, Directora de Pronatura Noreste, A.C. Como observadores estuvieron también Aurelio Ramos, Director de Conservación para América Latina, TNC; Ernesto Enkerlin, profesor del Centro de la Calidad Ambiental; Jürgen Mahlknecht, Centro del Agua para América Latina y el Caribe y moderándolo, Nelly Correa, Directora de la Cátedra Andrés Marcelo Sada para la Conservación y el Desarrollo Sostenible.
«Vemos que lo más importante es recuperar la capacidad de nuestras propias cuencas para seguirnos abasteciendo de agua. Estos proyectos de los Fondos de Agua son una manera para que los beneficiarios del agua se involucren y colaboren con los habitantes y propietarios de las tierras de las cuencas, logrando recuperar la capacidad de recarga de nuestros acuíferos, la regulación de los escurrimientos que eviten la sedimentación a lugares donde llegan estas cuencas, evitar problemas y desastres que luego llamamos naturales, pero que no lo son, sino que son el resultado del mal manejo del agua», señaló la Dra. Nelly Correa.
La reunión a la que convocó el Tec de Monterrey, es el resultado de una preocupación conjunta de una serie de instituciones privadas y públicas y de la sociedad civil y el Tec funge como un foro de encuentro para que todos los actores se reúnan y analizar la necesidad y la factibilidad de llegar a tener un Fondo de Agua.
El Director General del Organismo de Cuenca Río Bravo, de la CONAGUA, Óscar Gutiérrez, dijo que hemos venido actuando como una sociedad reactiva más que de una manera planeada. «Creo que las instituciones, particularmente la CONAGUA, tenemos el reto de transmitir a la sociedad esta necesidad de planear el uso del agua y estamos viendo con mucha importancia -a través de los consejos de cuenca creados a nivel nacional-, que el cuidado del agua se tome no solo como una acción de gobierno sino como un asunto en el que debe participar toda la sociedad, por eso la Agenda del Agua 2030», dijo.
Mientras que Raúl S. Lozano, Director de Proyectos Sustentables de Servicios de Agua y Drenaje de Monterrey habló sobre los retos del organismo que incluyen atender a 1 millón 375 mil usuarios -un promedio de 3.96 por toma-. Por ello, señaló: «tenemos programas de educación en el agua para la sociedad -hace años el promedio de consumo de una familia era de 34 metros cúbicos y ha bajado a 28-; nos aplicamos con el servicio en tiempo y forma -actualmente tenemos el 99% en atención a servicios de agua potable, el 100% en saneamiento, y el 98% en alcantarillados-; también cumplimos con las normas establecidas por la SEMARNAT en la descarga de agua tratada, y estamos planteando un ahorro a cuatro o cinco años de agua a fin de poder pasar los tiempos de sequía».
Magdalena Rovalo, Directora de Pronatura Noreste, A.C. planteó que el proyecto de cuencas, si bien no en el esquema de los Fondos de Agua, ya se lleva a cabo en Nuevo León. «El año pasado iniciamos un proyecto llamado «Cuencas y Ciudades» del Fondo Mexicano para la Conservación de la Naturaleza, A.C., (http://www.fmcn.org), que existe desde el 2001 para 10 regiones del país, y en el Estado de Nuevo León, arrancó el año pasado financiado por la Fundación FEMSA. Este proyecto lo que busca es involucrar a la sociedad, al usuario en la conciencia de dónde proviene el agua y de su cuidado, sobre todo de la parte de las cuencas origen», dijo.
Agregó que tiene 5 líneas de acción: Comunicación y sensibilización; espacios de coordinación y concertación; desarrollo de mecanismos de financiamiento y apoyo; gestión integral de cuencas y comunidad de aprendizaje. En Nuevo León apenas estamos en la primera etapa, y como un programa piloto en los municipios de Santa Catarina y San Pedro, por ser los más cercanos a las cuencas de los ríos Pesquería, Santa Catarina y Pilón.
«Hemos encontrado que estas cuencas están muy contaminadas con sedimentos, también que la gente piensa que el agua viene de los pozos, que es agua subterránea, y no sabe de estas cuencas. Pero al explicarles a los habitantes, están dispuestos a hacer un pago extra para restaurar y proteger estas cuencas: en Santa Catarina pagarían hasta 6 pesos más y en San Pedro hasta 20. Lo que no sabemos ahora es cuál sería el mecanismo para aplicar este cobro y por qué medio», puntualizó.
Así que ya estamos trabajando con el Parque Cumbres y la Comisión Nacional Forestal, así como la CONAGUA, para obtener fondos y trabajar en varias obras, como la que ya se ha iniciado en el Parque Cumbres.
Las conversaciones sobre la factibilidad de tener un Fondo de Agua para Nuevo León continuarán. En esta primera reunión los participantes coincidieron en la necesidad de trabajar en programas como estos y que si bien se tienen de manera similar con el Programa de Pago por Servicios Ambientales Hidrológicos, solo que se limita a servicios específicos, en este caso, a los hidrológicos y no se contempla el contexto que lo sustenta ni a todos los actores.
La escasez de agua dulce es ya un problema mundial, y las previsiones señalan que en 2030 el desequilibrio entre la demanda anual y el suministro renovable de agua dulce será aún mayor. Las perspectivas respecto a la mejora de los servicios de saneamiento siguen siendo poco halagüeñas para más de 2 mil 600 millones de personas; 884 millones siguen sin tener acceso al agua potable.
En lo que coincidieron es que lo que falta es más es comunicación hacia los ciudadanos. «En el momento en que todos y cada uno de los usuarios nos demos cuenta de que si no cuidamos nuestra cuenca nos vamos a quedar sin el recurso y cómo la competencia por el recurso entre usuarios cada vez está siendo más grande y hasta cierto punto, egoísta porque desde ciudadanos hasta países tienen que ver por sí mismos una visión equivocada, por supuesto- , nos vamos a dar cuenta de que un Fondo de Agua para Monterrey, nos beneficiaría a todos», finalizó la Dra. Nelly Correa.
Puede ver el video de la conferencia y el panel en el Facebook de la Cátedra Andrés Marcelo Sada.
Fuente: Agencia informativa del Tecnológico de Monterrey
Publicada: 6 de julio de 2011.
