El valor de la confianza

Tener un código de mejores prácticas ayudó a GMD a crecer, retener talento y generar un buen ambiente de trabajo.

La crisis económica mexicana de finales 1994 tomó por sorpresa a cientos de empresas que, en el mejor de los casos, tuvieron que venderse o fusionarse. Otras como Grupo Mexicano de Desarrollo (GMD) buscaron renegociar su situación y apostar el capital que aún tenían disponible para salir del bache.

GMD, que desarrolla y opera proyectos de infraestructura, acompañó su proceso de reestructura financiera de seis años con un Código de Mejores Prácticas Corporativas.

“El código te ayuda a retener a las personar, a que haya un buen ambiente de trabajo y que generen un lugar donde la gente quiere trabajar”, asegura Jorge Eduardo Ballesteros Franco, CEO de la compañía.

Desde el año 2000, los directivos llevaron el código al resto de la empresa y también decidieron sumar a su consejo de administración a más consejeros independientes de los que exige la Lay del Mercado de Valore (25%).

Las mejores prácticas y cumplir con las reglas de transparencia que exige la Bolsa Mexicana de Valores a las empresas que cotizan permitieron a GMD recuperar su ritmo después de la reestructura y ahora “está presente en la vida cotidiana. Si has estado en México, has estado en un proyecto que ha hecho GMD”, dice su CEO. La compañía maneja 28% de los minerales del país y 7% de la energía que se produce se hace con carbón que surte a través de sus puertos. El cemento también está presenta en su cartera de negocios.

Ballesteros Franco tomó el liderazgo de la empresa en 2002. La clave para llevarla adelante es una administración esbelta y la implementación de mejores prácticas.

¿Qué beneficios han recibido desde que empezaron a aplicar formalmente estas mejores prácticas?
El mercado reconoce que GMD es una empresa seria. El beneficio que tienes es que cuando hablas con algún extranjero, banco, socio, le presentas la información como debe ser…Todo esto les da una impresión de que están tratando con una firma en un país en desarrollo, sino que es una empresa que tiene las mejores prácticas.

¿Les ha beneficiado con crecimiento?
Sí…yo creo que una empresa que no incorpora este código de mejores prácticas corporativas es muy difícil que llegue a crecer o a hacer transacciones con transnacionales o con bancos extranjeros, inlcuso bancos nacionales.
Nos ha ayudado. Nuestro sector viene de una etapa complicada porque en 1995 (con la devaluación) nos quitaron el piso a muchas empresas mexicanas. Tenemos una compañía sólida, tuvimos la reestructura, que fue exitosa porque seguimos aquí, creciendo, invirtiendo y confiando en el país, pero yo creo que toda esta transparencia y ser una empresa pública nos va a ayudar a crecer.

¿Para ustedes qué son las mejores prácticas corporativas?
Es todo, viene desde cosas que tiene que hacer la asamblea de accionistas, el consejo de administración. La Ley del Mercado del Valores te pide que al menos 25% de los consejeros sean independientes, nosotros tenemos cerca de 50%.

Lo que quiero es que me aconsejen, me pregunten, me apoyen, al final, esto es lo que necesito de los consejeros, que den ideas, cuestionen ciertas cosas…entre más te cuestionen, habrá cosas que no habías pensado.

¿Cómo ayudaron las mejores prácticas en la crisis de 2009?
Nos enfocamos a ser mucho más eficientes y más esbeltos. Al tener todos estos organismos y transparencia es muy fácil apretarse el cinturón. En 2009 recortamos muchísimos gastos, ahí realmente nosotros confiamos en que el pilar más importante de la empresa es la gente.

Nos enfocamos a ver cómo la protegíamos, en tratar de no despedir a nadie, realmente no despedimos a nadie, incluso recontratamos gente; como muchas empresas sí estaban despidiendo, vimos la oportunidad de atraer talento, pero todos estos mecanismos te permiten ver muy claro la parte financiera, la parte contable, la parte administrativa, todo tiene políticas , normas muy claras.

¿Cuáles son los pasos para implementar mejores prácticas?
Si ya estamos en una empresa formal, es que la firma tenga una gran parte de consejeros independientes, es gente que trae algo nuevo. Si es una pyme o una empresa más chica, basta con que tengas un grupo externos de asesores.
Después, en la parte administrativa, es apegarse a estas mejores prácticas que vienen por los lineamientos de la empresa, muchos de los requerimientos o lo que te solicitan estos consejeros, asesores, como les quieras llamar.

Entonces, toda esa transparencia se va permeando hacia abajo. Y de ahí se incorpora a las políticas de la empresa.

En GMD, ¿ha costado trabajo implementar estas prácticas?
Realmente no… al final, los costos que pueden existir (como las auditorías con despachos externos), te suman porque te dan transparencia y cuando quieres hacer alguna transacción con un socio me da certidumbre.

¿Cómo aterrizarlo a los trabajadores?
Todo se traduce en políticas, aquí tenemos alrededor de, no me acuerdo si son 43 políticas firmadas por todo el mundo que se distribuyen, desde cómo se maneja la información confidencial, transacciones bursátiles, cuando no puedes hacer ninguna transacción, tienes políticas de todo.

Al final del día hasta el nivel más bajo se llega a traducir en políticas y mucho en cultura, si los mandos empiezan a actuar de una manera y exigen hacia abajo que actúen de cierta manera realmente es así como lo amarras.

¿Cómo se da continuidad a estas prácticas y cómo evaluar su resultado?
Ninguna práctica va a ser exitosa si no ves los resultados.

¿Qué tan lento puede ser implementar buenas prácticas?
Es muy rápido, depende de la empresa y de su cultura. Es más bien una manera de trabajar y siempre la vas mejorando.. En GMD nos hemos tardado cuatro meses, culturalmente ya traíamos esas creencias y cuando no dieron un manual que daba ideas, perfecto, incorporamos las que nos faltaban.