¿Alguna vez has tenido un vecino modelo? Nos referimos a ese anfitrión perfecto que tiene la mejor atención con sus invitados, les ofrece comida deliciosa, tiene todo limpio e impecable, cuenta con lo último en tecnología y logra hacer que la estancia de cualquiera sea la más acogedora.
Ahora los habitantes de Polanco, en la Ciudad de México, tienen uno de estos vecinos envidiables; se trata de Miyana, un desarrollo arquitectónico de Grupo Gigante Inmobiliario, que es amigable con la comunidad, el medio ambiente, es pet friendly, tiene sistemas de eficiencia de agua y energía e incluso cuenta con prácticas para reducir el ruido y el polvo durante su proceso de construcción.
El complejo se compone de cinco edificios; tres habitacionales, dos de oficinas y un centro comercial, y está ubicado en la esquina de Ejercito Nacional con Moliere. Miyana significa refugio en Náhuatl y pretende ser precisamente eso, un lugar que ofrezca protección y que haga sentir cómodos a sus residentes y visitantes en todo momento.
El nuevo conjunto busca tener el menor impacto posible con la zona urbana colindante, con el medio ambiente y brindar a los usuarios una mejor calidad de vida, por lo que ha implementado una serie de estrategias con el objetivo de alcanzar las certificaciones LEED Gold y LEED ND (Neighborhood design) otorgadas por la US Green Building Council, la organización más grande del mundo que promueve la construcción sostenible.
¿Qué hace a este desarrollo amigable con su entorno?
Para la construcción de Miyana se procura reducir al máximo el impacto sonoro y de polvo para no ocasionar molestias a las edificaciones y personas que lo rodean. Además, para su funcionamiento se busca reducir a través de distintos métodos el consumo energético, así como el de agua y utilizar fuentes alternas y soluciones que provengan de la naturaleza, como la luz solar o el agua de lluvia.
Los arquitectos de este complejo son mexicanos y buscaron que entre un 60 y 70% de los materiales utilizados en la construcción fueran locales, y algunos otros reciclados.
La construcción también cuenta con una parte social, y es que el 1% de utilidad sobre sus ventas se destina a los diversos programas de Fundación Gigante, entre ellos una iniciativa que se tiene en conjunto con la fundación Construyendo y Creciendo, la cual busca que los trabajadores de la construcción que así lo deseen puedan terminar sus estudios de primaria, secundaria y preparatoria en el mismo lugar de trabajo.
Se imparten clases y asesorías de los distintos niveles en un aula ubicada dentro del desarrollo. A la fecha hemos beneficiados a 375 trabajadores que han mostrado un verdadero interés y compromiso con el programa.
De acuerdo con los desarrolladores actualmente esta construcción es una de las más importantes en la ciudad, debido al espacio que abarca y los planes que se tienen con la misma en el plano social y ambiental.