El voluntariado en Coahuila se profesionaliza

Por Emilio Guerra Díaz

Hemos concluido dos jornadas de trabajo en Coahuila impartiendo talleres para la creación de Programas de Voluntariado Institucional, en las ciudades de Torreón (para atender la Comarca Lagunera) y Saltillo, los cuales han sido organizados por el Voluntariado del DIF Coahuila, la Fundación Merced Coahuila, el Indesol y Sedesol para atender el programa de fortalecimiento de organizaciones de sociedad civil en la entidad a través de la alianza Afirma.

Coahuila presenta ciertas particularidades que le hacen ser un estado interesante en cuestión de participación ciudadana y voluntariado. Por un lado, la extensión territorial del estado presenta grandes retos de integración pues las distancias son enormes, pero llama la atención que las propias organizaciones están agrupadas en 5 regiones. Por ello existe un Consejo de ONG’s (así se denominan) por cada zona y diversas organizaciones que colaboran de todas las áreas y causas sociales por todo el estado. Cuentan además con una de las redes empresariales más activas como es Red Laguna que año con año celebra una reunión anual para compartir temas de vanguardia.

En la sesión de Torreón los participantes en el taller contribuyeron con distintas preguntas, por cierto muy bien fundamentadas, respecto a sí en realidad es necesario llevar a tanto detalle la gestión de un grupo voluntario y si no se desalentaba la participación de personas que pudieron tener deseos de sumarse como voluntarios.

Al respecto el grupo concluyó que si vale la pena desarrollar todas las herramientas propuestas en el taller porque se da certeza a un voluntario que está llegando a una organización que gerencia de manera profesional a su voluntariado y refuerza la percepción de que la contribución voluntaria es un asunto serio.

En entrevista sobre la participación de voluntarios en las organizaciones, la Mtra. Mayela Hernández, Directora del Voluntariado del DIF, señaló que afortunadamente las acciones realizadas por la Alianza entre la Fundación Merced Coahuila y el DIF Coahuila para contribuir a la profesionalización ha dado diversos frutos pues muchas de las organizaciones que han tomado los cursos que se han llevado a lo largo de 3 años han expresado que les ha permitido fortalecer a sus organizaciones con resultados prácticos. Incluso, señaló, el número de voluntarios con los que cuenta el DIF aumentó considerablemente en los últimos meses apoyando los diversos programas sociales que tiene. Por otro lado, comentó que algunas organizaciones han participado en convocatorias de financiamiento a proyectos y si antes eran rechazados, hoy ya reciben apoyo por parte de Fundaciones de la talla de Axtel.

No obstante a que Coahuila se distingue como una entidad con fuerte participación ciudadana cuenta, de acuerdo a la Mtra. Hernández, con alrededor de 800 organizaciones filantrópicas pero algunas de ellas son donatarias autorizadas y otras más tienen la Clave Única que les permite acceder a fondos públicos. Sin embargo la mayoría de las asociaciones presentan un bajo nivel de institucionalidad. Por ello el servicio de fortalecimiento les atrae a los cursos y demandan mayor apoyo para su desarrollo. De ahí la importancia que el voluntariado en la entidad se esté fortaleciendo poco a poco.

Al referirnos a las inquietudes que los participantes expresaron en la sede Saltillo llamó la atención que cuando se presentó tema del estado del arte del voluntariado en México y se brindó información sobre cómo fluye la acción participativa en tres posibilidades como son el voluntariado no formal, el informal y el institucionalizado, algún participante asoció al voluntariado informal con la economía “informal” dando la sensación de que era ilícito, aberrante o poco apreciado.

Explicamos entonces que los datos de las investigaciones del INEGI a través de la Cuenta Satelital de Instituciones sin Fines de Lucro y la Encuesta Nacional de Acción Voluntaria y Solidaria 82012), señalan que la población que participa en nuestro país haciendo acciones voluntarias, no lo hace en forma asociada a un grupo o un voluntariado institucionalizado. Mayoritariamente el mexicano hace acciones de este tipo.

Señalamos entonces que el voluntario no formal, se incluyen todas aquellas acciones que provienen de personas y se hacen cara a cara. Lo individual predomina sobre el trabajo en equipo.

Dentro del voluntariado informal, las acciones pueden llevarse a cabo en grupos que no necesariamente dan a sus voluntarios un trato como tal, e incluso muchas personas que hacen voluntariado, no se perciben a sí mismas como voluntarios, ni reciben un reconocimiento por su contribución. Como ejemplo destaca el caso de una madre que participa en la mesa directiva del colegio de sus hijos representando a los padres de familia. O también, a aquella persona que colabora en la asociación de condóminos y no se ven como voluntarios.

Para profundizar en las diferencias en el campo de acción voluntaria tómese como ejemplo al servicio religioso del domingo de la misa en una Iglesia de cualquier comunidad. Una persona colabora en forma individual ayudando al presbítero a realizar la colecta. Se levanta de su lugar, toma la charola y recauda la aportación de los asistentes. Este individuo hace voluntariado no formal.

Pero si esa misma Iglesia cuenta con un coro de jóvenes que musicalizan la eucaristía, entonces vemos que asisten los sábados al ensayo y el domingo llegan una hora antes de la misa y se preparan para participar en ella bajo la dirección del sacerdote. Los jóvenes hacen voluntariado informal, pero en equipo bajo el cobijo de su iglesia.

Podemos concluir señalando la necesidad de fortalecer el trabajo que realizan las organizaciones para convocar, seleccionar y retener a sus voluntarios con la finalidad de que crezcan en México los voluntariados institucionales y caminar hacia ese fin como lo está haciendo Coahuila.

Emilio Guerra Díaz

Emilio Guerra cuenta con amplia experiencia en la Gestión de la RSC, destacando su trabajo en el área de vinculación con la comunidad que potenciar la inversión social empresarial. Ha gerenciado fundaciones empresariales.