Hace un tiempo te contábamos sobre el informe presentado por el Programa de Naciones Unidas para el Medio Ambiente en el que se señalaba que el objetivo de mantener las emisiones de gases de efecto invernadero a niveles que permitan contener el aumento de la temperatura por debajo de los 2°C de aquí a 2020 es casi imposible de alcanzar.
Recientemente, un estudio emprendido por el Proyecto Global del Carbono fortalece esa estimación a partir de nuevos datos recolectados sobre las emisiones globales de CO2.
Los resultados obtenidos por el Centro Tyndall para la Investigación del Cambio Climático, en la Universidad de East Anglia, Reino Unido (cuyos especialistas forman parte del PGC), mostraron que 2012 fue un año récord: se llegaron a las 35.600 millones de toneladas emitidas de dióxido de carbono.
Como se explica en el portal Noticias de la ciencia, dicha cifra equivale a un incremento del 2,6%, lo que significa que “las emisiones globales producto de la quema de combustibles fósiles ya superan en un 58% a los niveles de 1990″.
Los países que más contribuyeron a las emisiones globales de 2011 fueron China, con un 28% -creciendo un 9,9 con respecto a mediciones anteriores-; Estados Unidos, con un 16% -disminuyendo un 1.8%-; la Unión Europea, con un 11% -disminuyendo un 2.8%-; y la India, con un 7% -creciendo un 7.5%-.
Con respecto a las emisiones per cápita de CO2, el estudio mostró que las de China se acercaron bastante a las de la Unión Europea, “pero quedaron todavía muy por debajo de las de Estados Unidos. Las emisiones en la India estuvieron por debajo de las de China”, como se detalla en el citado medio.
Con este incremento registrado en 2012, la meta de disminuir las emanaciones de CO2 antes del 2020 para evitar que el calentamiento global acabe sobrepasando el temido umbral de los 2°C grados centígrados extra, se aleja de forma alarmante. Sobre esto, los investigadores advierten lo que ya es obvio: si no disminuimos las emisiones de forma radical, el planeta sufrirá graves consecuencias. Incluso, algunos se animan a arriesgar que, de no lograrse aquéllo, el sistema climático mundial sufrirá trastornos mucho peores que los registrados hasta ahora, y será mucho más difícil devolverlo a su estado anterior.
Fuente: Tu verde