Líderes mundiales se reúnen en Durban para hallar una forma de limitar el recalentamiento planetario a dos grados. Para respetar ese tope, las emisiones globales de dióxido de carbono (CO2), causantes del cambio climático, no deben sobrepasar los 660 mil millones de toneladas de aquí a 2050, explicaron científicos; sin embargo, al ritmo actual, el límite se superará antes de 2025.
Después de 17 años de conversaciones, las naciones parte de la Convención Marco de las Naciones Unidas sobre el Cambio Climático no han logrado frenar el aumento de las emisiones de CO2.
En Durban retomarán unas negociaciones que se han vuelto cada vez más complejas, atascadas por acusaciones políticas y discusiones sobre financiamiento. .
Cambios radicales
Es momento de adoptar enfoques no convencionales, sostuvo Mutsuyoshi Nishimura, embajador y ex negociador de Japón, quien propuso un cambio de juego, basado en un acuerdo explícito para fijar un tope de 660 mil millones de toneladas en las emisiones globales de CO2.
Ese presupuesto de carbono puede luego ser subastado según el principio de que el contaminante debe pagar, comenzando con 25 dólares la tonelada, para financiar nueva tecnología y esfuerzos de adaptación de los países en desarrollo. “Todas las empresas contaminantes en el mundo deben comprar permisos correspondientes al monto de CO2 que emiten”, opinó Nishimura.
Este enfoque evitaría los estancamientos en las negociaciones causados por acusaciones mutuas de quién debe dar el primer paso en la reducción de emisiones.
China, el mayor emisor de CO2, se niega a someterse a cualquier límite hasta que lo haga Estados Unidos, país que le sigue entre los más contaminantes y que quiere que Beijing actúe primero.
“Lo haríamos (aceptar compromisos vinculantes sobre emisiones) si todas las grandes economías fueran también parte de ellas en forma plena. Así que, en ese sentido, necesitamos ver la acción de los otros”, dijo el 22 de este mes el enviado especial de Estados Unidos para el cambio climático, Todd Stern.
La propuesta de Nishimura se basa en un principio bien claro: o las empresas compran permisos para emitir CO2 o dejan de contaminar. Es simple y puede funcionar.
Óptimo, pero difícil
Científicos climáticos coincidieron en que un presupuesto de carbono de 660 mil millones de toneladas es la mejor opción si los países estuvieran realmente determinados a mantener el recalentamiento planetario en menos de dos grados.
“Desde una perspectiva científica, daría 75% de probabilidades de permanecer por debajo de los dos grados”, dijo Malte Meinshausen, del Instituto de Potsdam para la Investigación del Impacto Climático en Alemania.
El presupuesto de 660 mil millones de toneladas puede parecer alto, pero no tanto si se considera el nivel de las emisiones anuales.
Es improbable que las próximas negociaciones cambien el curso actual. China no aceptará la idea de poner límite a sus emisiones antes de 2015, opinó Alden Meyer, director de estrategias y políticas de la Unión de Científicos Comprometidos. Pero aun obteniendo la aceptación china se necesitarían cambios también en la política de EU, añadió.
Nishimura sostuvo que para resolver el problema de la responsabilidad histórica en la contaminación se debía crear un nuevo sistema de financiamiento que favoreciera a los países en desarrollo.
Para mantener al planeta dentro del presupuesto de carbono, los países del Sur no pueden darse el lujo de igualar las emisiones históricas de Estados Unidos. Por tanto, deben ser compensados con los miles de millones de dólares que las empresas deberán pagar para seguir contaminando, señaló.
Un precio de 25 dólares la tonelada de CO2, por ejemplo, generaría 625 mil millones de dólares al año, explicó Nishimura. Es simple, pero ninguno de los expertos cree que la idea del japonés gane adeptos.
Fuente: Impreso.milenio.com
Por: David Baron.
Publicada: 28 de noviembre de 2011. </strong>