Empaña la pobreza sueño sudafricano

Son los negros más vulnerables a violencia. Representan desafíos para el desarrollo el transporte y la infraestructura

El mismo día que se inicie el primer mundial de futbol en África, mil 500 habitantes de Sudáfrica, el país sede, se contagiarán con el virus del sida; la mitad de sus 50 millones de ciudadanos regresarán a sus hogares con menos de dos dólares en el bolsillo y, en Johanesburgo, la ciudad más poblada del país, se habrán cometido 14 homicidios.

Sudáfrica es, en paralelo, un oasis de estabilidad económica en África, con un PIB que equivale a un cuarto del de todo el continente, pero también un país donde un 20 por ciento de la minoría blanca acapara la riqueza.

«Si se comparan los datos de los ricos con los de los pobres, la estructura de la pobreza en Sudáfrica es clara. Sus raíces se remontan a la segregación racial (que hasta 1994 restringía el acceso a la propiedad y la educación a la mayoría no blanca)», admite un informe de la Oficina Nacional de Planeación de Sudáfrica.

«Pese los esfuerzos del Gobierno, que invierte 4 por ciento de su PIB en planes de desarrollo, el año pasado vivían el la pobreza -con ingresos menores a dos dólares al día- hasta 49 por ciento de la población, y el desempleo creció a 24 por ciento», dijo a REFORMA Robbie Stewart, profesor de la Universidad de Johannesburgo.

«Se cree que Sudáfrica es una sociedad multirracial, pero el perfil del pobre sigue siendo el del negro, desempleado y con una edad entre 15 y 34 años», recalcó el experto.

Además, en opinión de Stewart, uno de los principales factores que impide el desarrollo de estos africanos son las precarias condiciones de infraestructura y del transporte público, que no conectan apropiadamente las zonas periféricas y las rurales con los centros económicos y sociales de las ciudades.

«A pesar de que el Gobierno también ha lanzado un plan para renovar la infraestructura, el 60 por ciento de Sudáfrica no tiene electricidad, el acceso al agua potable es restringido y el transporte es un dolor de cabeza. Las ciudades de Sudáfrica dependen de los taxis minibuses, de propiedad privada, y los planes largamente previstos para modernizarlos apenas comienzan a ponerse en marcha», dijo.

«Como consecuencia, la población más pobre también está más expuesta, pues tiene pocas oportunidades laborales, lo que acaba con generar altos índices de violencia y abusos», agregó.

Un contexto como este han llevado ahora críticos a acusar la actual la clase política de haber malgastado el dinero del Estado invirtiéndolo en el Mundial en lugar de hacerlo en planes de lucha contra la delincuencia y de ayuda a la salud pública.

«Sudáfrica gastará en el Mundial cuatro veces más de lo que invertirá contra el sida entre 2010 y 2011», denunció Amnistía Internacional (AI) en un informe en el que recordaba que el 18 por ciento de la población sudafricana entre 15 y 49 años está infectada y que sólo el 40 por ciento de los adultos que necesitan tratamiento tienen acceso a los medicamentos.

Por otra parte, las cifras sobre la inseguridad en Sudáfrica hablan solas. Según datos de la Policía, la mayoría de los crímenes en este país son robos y atracos, casi la mitad de los 4 mil 309 reportados en 2009, aunque permanecen también altas las agresiones físicas y los delitos sexuales.

Grandes retos

Falta integrar al progreso a todos los sudafricanos

50.1 millones de habitantes tiene Sudáfrica

49% de la población es pobre

24% aproximadamente, es el total afectado por el desempleo

Fuente: ONU y Banco Mundial