Las exacerbaciones son la complicación más frecuente de la enfermedad pulmonar obstructiva crónica y el principal motivo de hospitalización, discapacidad, pérdida de productividad y muerte prematura. Éstas aumentan en temporada invernal debido a infecciones virales o bacterianas. La terapia inhalada previene el riesgo de exacerbaciones y mejora la calidad de vida de los pacientes.
Una angustiante dificultad para respirar, tos, silbidos en el pecho y aumento en la producción de moco o flema, son síntomas comunes de la EPOC, enfermedad pulmonar obstructiva crónica que resulta, esencialmente, de la prolongada exposición al humo del tabaco. Sin embargo, un deterioro sostenido de la salud del paciente, que se manifiesta por el surgimiento de nuevos síntomas o aumento de los ya existentes, se conoce como exacerbación y es la complicación que más carga económica y social genera a los afectados y sus familias.
La falta de aire (disnea) es un síntoma relacionado con las exacerbaciones, las cuales permanecen sub diagnosticadas y son poco reconocidas como un problema de salud pública. Por eso, la Iniciativa para la Enfermedad Pulmonar Obstructiva Crónica, señala que una meta clave del tratamiento es reducir el impacto de estos episodios y mejorar la calidad de vida de quienes los sufren.
Ahora existe más conocimiento sobre el tema y ha habido un gran avance en el desarrollo de dispositivos inhaladores y fármacos más eficaces como tiotropio, el broncodilatador de mayor prescripción en el mundo que, a 10 años de su aparición en el mercado, continúa investigándose junto con otras combinaciones terapéuticas para atender las necesidades de los pacientes desde todos los frentes.
El Dr. Gabriel Escobedo Arenas, neumólogo del CMN La Raza del IMSS, expuso que los que viven con EPOC presentan en promedio de 1 a 4 exacerbaciones por año[ii], pero su gravedad, duración y frecuencia varía mucho de una persona a otra. No obstante, estos episodios de descompensación clínica pueden agudizarse y ser más graves en temporada invernal (de diciembre a marzo) por el uso de calefactores, cambios en la calidad del aire y, sobre todo, a infecciones respiratorias virales o bacterianas.
“La evidencia clínica indica una marcada asociación entre las infecciones respiratorias por bajas temperaturas y una mayor incidencia de exacerbaciones moderadas a graves en EPOC, trayendo como consecuencia un deterioro acelerado de la función pulmonar, especialmente en exfumadores, siendo éstas el motivo más frecuente de consultas médicas, urgencias, ingresos hospitalarios y muerte prematura”, apuntó.
Un estudio de costos atribuibles al tabaco, realizado por el IMSS en el 2001, indicó que en promedio un paciente con EPOC gasta más de 73 mil pesos anuales, cifra que sube a 140 mil si es internado por una exacerbación. “Lamentablemente, 5 de cada 10 viven las agudizaciones en casa -sea porque fueron leves o se asociaron con un cuadro gripal-, por lo que es díficil precisar sus consecuencias; sólo se sabe que por cada episodio la sobrevida a 5 años disminuye un 20%”.
Explicó que la EPOC se caracteriza por una obstrucción de las vías respiratorias, generalmente progresiva e irreversible, que limita el flujo de aire. Esto significa que, con el tiempo, el paciente verá alterada su capacidad para respirar normalmente. Así, acciones tan sencillas como amarrarse las agujetas, subir escaleras o caminar puede ser agotador y hacerlo sentir temeroso, frustrado y deprimido.
Es por eso que el experto insistió en la necesidad de que, desde la atención primaria, los pacientes estén bien diagnosticados y tratados. “Los fumadores mayores de 40 años deberían hacerse espirometrías de forma periódica; una prueba sencilla, barata, sin riesgos y que da información muy valiosa sobre la cantidad de aire que puede retener los pulmones. Mientras que para las personas con EPOC el uso de broncodilatadores inhalados es clave en la prevención de las exacerbaciones”.
En ese sentido, dijo que el tiotropio ha sido piedra angular en el control y pronóstico positivo de este trastorno mediante la confirmada reducción del riesgo de exacerbaciones, hospitalización, mejoría de los síntomas y tolerancia al ejercicio, con un incremento significativo en la calidad de vida[vii]. “Es el primer broncodilatador de acción prolongada que se administra con un dispositivo inhalador ideal para todo tipo de paciente, independientemente de la etapa leve, moderada o severa en que esté la EPOC”.
Asimismo, sostuvo que a pesar de los tratamientos actuales existen enfermos que continúan sintomáticos, de ahí que la recomendación, de acuerdo a las Guías GOLD, es utilizar dos broncodilatadores inhalados de acción prolongada: el anticolinégico triotropio más olodaterol, un betagonista que fue aprobado recientemente en México.
Comentó que datos recientes, dados a conocer por Boehringer Ingelheim, demuestran que esta combinación funciona mejor en EPOC moderada a grave que si se administra un solo medicamento, lo que ofrece beneficios superiores sobre la función pulmonar, ayudando al paciente a disminuir las exacerbaciones para que respire mejor y pueda desarrollar sus actividades cotidianas.
Cabe decir que el tiotropio es el único broncodilatador de acción prolongada que cuenta con más de 200 estudios de investigación alrededor del mundo y, debido a su experiencia con más de 40 millones de años-paciente, está disponible a los mexicanos en todas las instituciones del sector salud y Cuadro Básico.
Finalmente, el Dr. Gabriel Escobedo comentó que aunque la EPOC es crónica, es fundamental que los familiares y cuidadores extremar precauciones en época de frío. “Lo primero es dejar de fumar y evitar la exposición a contaminantes en el hogar o trabajo; seguir al pie de la letra el tratamiento prescrito por su médico; atender las infecciones respiratorias y no auto medicarse; hacer ejercicio; llevar una alimentación saludable y, sobre todo, jamás renunciar a una vida plena”, concluyó.
Comunicado de Prensa