Las conclusiones a las que otros, como Rubén Aguilar en El Financiero de ayer, han llegado conviene agregar una al catálogo de cosas que hacer.
Y tal vez sea la más importante en vista de este panorama realista y desalentador. Se trata del empoderamiento (me resigno a usar el neologismo) del niño y su familia.
De ahí la pertinencia del proyecto OLPC (One Laptop Per Child) del propio Negroponte, el cual un pequeño grupo de mexicanos nos hemos dedicado a promover desde hace un tiempo.
Desde hace unos 10 años el MIT Media Lab se abocó a construir una laptop que costara 100 dólares, dotada de lo necesario para asegurar conectividad y accesibilidad para niños de primaria, es decir, de 6 a 12 años en los países pobres del mundo.
Y se logró gracias a donativos de muchas empresas internacionales (incluyendo las del ingeniero Slim). Finalmente la XO empezó a fabricarse a finales de 2007, pero a un costo superior: colocarla en manos de un niño cuesta alrededor de 200 dólares.
Reforma, “Opinión”, Opinión, p. 14