Las empresas multinacionales que compraron aluminio, cobre y acero están preocupadas porque Kobe Steel les vendió ese material falsificado.
Hace unos días, el tercer mayor fabricante de acero del mundo admitió que falsificó datos sobre la calidad de sus productos. La falsificación ha afectado, hasta el momento a 200 clientes de la industria del transporte que le habían comprado aluminio y cobre.
El proceso parecía «normal» hasta que se dio a conocer que algunos clientes afectados también son: General Motors, Boeing y Toyota.
Tras una serie de investigaciones realizadas por la compañía se dio otro número y en realidad son 500 empresas que están siendo afectadas. Esto no es el único problema, a esto también hay que sumarle que las falsificaciones se realizaron diez años atrás y que no solo adulteraron la calidad del aluminio, sino también la del cobre y el acero.
Y si esto no fuera poco, la firma admitió también que se trata de 16 subproductos alterados esenciales para las industrias como el transporte, las maquinarias, el sector eléctrico o construcción o el que no se ajustan a las exigencias de calidad en términos de resistencia y duración.
Desde el momento que se dio a conocer esta información, las acciones de la compañía Kobel Steel cayeron 40% en dos días y su valor de mercado bajó mil 800 millones de dólares.
De acuerdo con el presidente de la firma, Hiroya Kawasaki, «la credibilidad de Kobe Steel cayó a cero».
También se sabe que además de Toyota o General Motors, Honda y Mazda también han resultado afectados. Hay dos más en la lista y ellos son Daimler y Airbus.
Es así que el gobierno japonés intervino y le pidió a la compañía que entregue un informe sobre la seguridad de sus productos.
Según información de un portavoz de la empresa, la compañía se arrepiente de la falsificación.
«Hubo decenas de empleados involucrados. Parece que en algunos casos el control de calidad estuvo en manos de trabajadores con años de experiencia que gozaban de la confianza de la organización y, de algún modo, hubo discrepancias que fueron deslizadas por ellos».
Las empresas afectadas dijeron que no han encontrado algún problema en la seguridad de los productos que fueron fabricado con aluminio, cobre o acero de la firma japonesa.