Por: Pedro Silva Gámez
FORMA Y FONDO CXVII
A la par que la explotación comercial del petróleo, los fenómenos económicos, políticos, sociales y ambientales crecieron desmesuradamente en todo el orbe.
Con la aparición del cine, la imagen de las poblaciones alrededor y dentro de los campos petroleros con todas sus miserias, fue tema de películas. Infinidad de novelas y reportajes mostraron explotación, tierras invadidas, destrucción de la naturaleza, injusticias, pobreza, grandes fortunas, líderes corruptos y mesiánicos. Invasiones y guerras también se inspiraron en el preciado recurso y su poder: mover al mundo.
En México puede parecer ocioso hablar del ícono local representado por la paraestatal Pemex, sin embargo dos noticias recientes afianzan su imagen. En los últimos diez años ha quemado y enviado a la atmósfera gas con un valor superior a los catorce mil millones de dólares. Para minimizar el escandaloso dato la Comisión Nacional de Hidrocarburos, órgano desconcentrado de la Secretaría de Energía, informó que en los próximos quince años el volumen de quema será menor y por lo tanto más barato. Ya con rebaja el país únicamente perderá mil quinientos millones de dólares más.
Especialistas en la materia sostienen que bajo el pretexto de ingresar recursos frescos a las arcas nacionales, los gobiernos en turno siempre han presionado para que se produzca el mayor volumen de petróleo posible, mediante el sistema de inyección de gas y nitrógeno para aumentar la presión de los campos y obtener más crudo. Al final del proceso de extracción el gas se libera a la atmósfera sin importar riesgos ambientales y sanitarios.
Se calcula que en 2009 el valor del gas quemado fue de novecientos veintiún millones de dólares y su costo atmosférico, el equivalente a dieciocho y medio millones de toneladas de Co2 como contribución al calentamiento global.
Tampoco se escapa en cuanto a calidad, el gas que la paraestatal vende a clientes industriales y domésticos, con cierta frecuencia contaminado con un alto porcentaje de nitrógeno, lo que disminuye el poder calorífico del combustible, contamina y daña la salud.
El anuncio de comisiones de estudio, firmas de convenios, adhesiones a pactos internacionales y alianzas para disminuir la quema del gas están a la orden del día junto con sus respectivas gráficas de las metas por alcanzar, Pero son sólo eso: gráficas, firmas y fotos.
Con los catorce mil millones de dólares, equivalentes a ciento ochenta y dos mil millones de pesos, quemados en diez años y aumentados al capital negativo de la atmósfera, se hubieran construido quinientas veinte mil viviendas de interés social, una refinería de última generación, doscientos cincuenta y siete hospitales regionales de alta especialidad o al menos se hubiera multiplicado veintiséis veces la inversión en infraestructura, que en este año del Bicentenario apenas fue de seis mil novecientos veintinueve millones de pesos.
Pero la visión estratégica va más allá, porque Pemex pretende reanudar la exploración de yacimientos de gas en la zona de amortiguamiento en los pantanos de Centla, Reserva de la Biósfera, en Tabasco. Es la única reserva natural en la que cuenta con instalaciones petroleras y pretende buscar nuevos yacimientos de hidrocarburos. Para depredar legalmente ya tramita su autorización ante SEMARNAT, prometiendo que en sus proyectos incluirá el uso de explosivos sismográficos altamente direccionales con mínima liberación de gases (?) que no representan daño a la flora y fauna del lugar.
Refuerza su proyecto argumentando que el objetivo es establecer una reconciliación productiva con la naturaleza, para que fomente un manejo racional del medio ambiente, sin frenar la producción con el pretexto de sus probables efectos nocivos. Ya me perdí. El inventario de Pemex en la zona es de cincuenta y cinco campos petroleros con doscientos noventa y cinco pozos, cinco estaciones de recolección, ciento cincuenta líneas de descarga de pozos y cinco ductos.
La Reserva de la Biósfera de Pantanos de Centla, se creó por decreto presidencial el seis de agosto de 1992, con una extensión de trescientas dos mil setecientas seis hectáreas, cuatrocientas treinta y cuatro especies de plantas, treinta y nueve de peces, cincuenta de anfibios y reptiles, sesenta de mamíferos y ciento veinticinco de aves, algunas migratorias.
Ojalá no resulte letra muerta la Ley General de Equilibrio Ecológico y Protección al Ambiente que con las reformas del 23 de febrero del 2005, establece que sólo las comunidades asentadas en las Reservas Naturales pueden desarrollar actividades económicas (Diario Oficial de la Federación, 23 de febrero 2005, Art.48, p.33)
La forma: es evidente que ignorancia, ambición e hipocresía, de la mano con las ofensas a nuestra inteligencia, son requisitos para promover el progreso de nuestro magullado país.
El fondo: no hay memoria para los desastres energéticos producidos por la mano del hombre. Olvidan que: TODOS SOMOS NATURALEZA.
