El Senado de México aprobó por unanimidad una reforma que agrega el derecho a la salud mental en el entorno laboral como una condición de trabajo para las empresas.
Según la reforma, las empresas estarán obligadas a contar con protocolos específicos y destinar al menos dos días al año para realizar jornadas con especialistas que apoyen a sus colaboradores, entre otras acciones que están vinculadas a lo que se cataloga hoy como nuevos riesgos laborales:
Los riesgos laborales relacionados con la salud mental incluyen:
- malas prácticas de comunicación y administración
- falta de apoyo a los empleados
- horarios laborales inflexibles
- objetivos inespecíficos
- tareas poco claras
- políticas de salud y seguridad inadecuadas
Los senadores que aprobaron la reforma reconocen que los efectos de la pandemia y la adopción acelerada del trabajo remoto han impulsado un crecimiento en las afectaciones en salud mental. “En estos últimos meses, las personas han tenido que soportar un aumento de la carga de trabajo, jornadas laborales más largas, poco tiempo de descanso y el temor constante de infectarse en el lugar de trabajo y transmitir los virus a familiares o amigos. Además, muchos han sido víctimas de ataques físicos”.
Además, se faculta a la Secretaría del Trabajo y Previsión Social (STPS) a emitir lineamientos que disminuyan considerablemente los factores de riesgo psicosocial en los centros de trabajo. Además se prohibe la discriminación expresa por trastornos mentales.
Se hace también hincapié en lo que las empresas deberán cambiar y se destacan nuevas obligaciones que tendrán los empleadores en relación con el cuidado de la salud mental de los colaboradores.
La STPS indica que el ausentismo laboral relacionado con padecimientos psicológicos en México representa una pérdida de 23,8% en la productividad de los empleados. Además, según un estudio de la Organización Internacional del Trabajo (OIT), las afectaciones de salud mental tienen un costo económico a nivel global de casi un billón de dólares por pérdidas en productividad.
Los reglamentos de trabajo actuales deberán contener las medidas necesarias para prevenir los citados riesgos laborales, incluyendo además un Programa Integral para la Promoción y Protección del Derecho Humano a la Salud Mental en el Trabajo. Además, deberán contener un protocolo para la prevención y erradicación de las violencias.