Comprometerse a generar acciones socialmente responsables es mucho más que solo comunicarlas, se trata de convertirlas en una realidad. Y como afirma el ex-atleta Haile Gebrselassie: «Una vez que tienes compromiso, es necesaria la disciplina y el trabajo duro para llegar hasta allí».
En efecto, ser una ESR (Empresa Socialmente Responsable) no es fácil, y alinearse a los objetivos climáticos tampoco, sin embargo, cuando las compañías se determinan a pregonar su activismo ambiental, la necesidad de hacer coincidir las palabras con los hechos se vuelve cada vez más importante.
¿Qué es lo que en realidad está pasando con las empresas preocupadas por el clima? ¿Están alcanzando sus metas o su compromiso es solo de palabra? Te contamos.
La importancia del clima
Encontrado en el Objetivo de Desarrollo Sostenible 13: Acción por el Clima, este incita a adoptar medidas urgentes para combatir el cambio climático y sus efectos.
De acuerdo con la ONU, el 2019 fue el segundo año más caluroso de todos los tiempos, mientras los niveles de dióxido de carbono (CO2) y de otros gases de efecto invernadero en la atmósfera aumentaron hasta niveles récord.
El cambio climático está afectando a todos los países de todos los continentes. Está alterando las economías nacionales y afectando a distintas vidas. Los sistemas meteorológicos están cambiando, los niveles del mar están subiendo y los fenómenos meteorológicos son cada vez más extremos.
Así que para salvar vidas y medios de subsistencia, es necesario tomar medidas urgentes y abordar la emergencia climática. Una de las soluciones más conocidas es el Acuerdo de París, tratado internacional al que empresas se han alineado generando objetivos, mismos que en muchas ocasiones no cumplen.
¿Empresas preocupadas por el clima?
De acuerdo con Alberto Carrillo Pineda, fundador de Science Based Targets —una iniciativa global para evaluar los planes corporativos para reducir las emisiones—:
Puedes mirar el sitio web de una empresa y ver su informe de sostenibilidad y se verá genial, pero luego, cuando miras lo que hay detrás, verás que no hay mucha sustancia detrás de esos compromisos o que los compromisos no son lo suficientemente completos.
Alberto Carrillo Pineda, fundador de Science Based Targets.
Información de The New York Times dice que ejemplo de esto es lo que sucede con BlackRock, la firma de inversión gigante quiere que las empresas en las que invierte eliminen la mayor cantidad de dióxido de carbono de el medio ambiente para 2050. No obstante, faltan detalles cruciales en ese compromiso.
Por otra parte Costco y Netflix afirman que buscan reducir su impacto en el cambio climático, empero no han proporcionado objetivos de reducción de emisiones, mientras Google y Microsoft, que administran centros de datos que consumen mucha energía, han reducido drásticamente las emisiones, pero incluso ellas están descubriendo que la tecnología a menudo aún no existe para llevar a cabo sus objetivos.
Determinar cuánto se esfuerzan realmente las empresas puede ser muy difícil cuando no existen estándares regulatorios que requieran divulgaciones uniformes de información importante como las emisiones.
¿Qué están haciendo las empresas para reducir las emisiones?
Institutional Shareholder Services —una empresa que asesora a los inversores sobre cómo votar en las elecciones de la junta y otros asuntos corporativos— utiliza datos de la empresa y su propio análisis para evaluar qué están haciendo las corporaciones para reducir las emisiones.
Un poco más de un tercio de las 500 empresas del índice bursátil S&P 500 se han fijado objetivos ambiciosos, descubrió, mientras que 215 no tenían ningún objetivo. El resto tenía objetivos débiles.
Ante ello, Viola Lutz, subdirectora de ISS ESG Climate Solutions, una rama de Institutional Shareholder Services, comenta:
Para lograr las reducciones de emisiones necesarias, se deben establecer con urgencia objetivos más ambiciosos. De lo contrario, proyectamos que las emisiones de las empresas del S&P 500 terminarán siendo el triple de lo que deberían ser en 2050.
Viola Lutz, subdirectora de ISS ESG Climate Solutions, una rama de Institutional Shareholder Services.
El problema de los registros distintos
A menudo, las grandes empresas de la misma industria tienen registros muy diferentes, y reducir las emisiones es difícil. Las compañías deben medir de forma fiable la cantidad de dióxido de carbono y otros gases de efecto invernadero de los que son responsables.
Entonces, las empresas tienen que encontrar fuentes de energía más limpias sin perjudicar sus operaciones. Cuando no pueden encontrar sustitutos más limpios, las organizaciones suelen pagar a otros para reducir las emisiones o eliminar el carbono de la atmósfera.
Coordinación con proveedores y socios
Sumado a esto, otras empresas que se han comprometido a reducir las emisiones enfrentan diferentes desafíos, incluida la coordinación con proveedores y socios.
Un ejemplo es la industria de la confección. Gran parte de su contribución al cambio climático proviene de su cadena de suministro. La ropa en la que Levi Strauss y otros ponen sus etiquetas a menudo se fabrica en fábricas en lugares como China, Pakistán e India que siguen dependiendo de las centrales eléctricas de carbón. La ropa se transporta en barcos y aviones que queman diesel y combustible para aviones.
Por lo que una mala coordinación con proveedores y socios puede ser un gran obstáculo.
Las emisiones podrían aumentar incluso cuando una empresa se ha fijado el objetivo de reducirlas
Aunque resulte irónico es cierto, por ejemplo:
Levi Strauss implementó su estrategia de acción climática 2025 hace tres años y un objetivo de emisiones de Alcance 3. Pero Science Based Targets dijo en enero que las emisiones de la cadena de suministro de Levi’s no estaban cayendo y habían crecido un 13% entre 2016 y 2019.
Otro ejemplo es el de Cargill, un intermediario importante que trabaja con agricultores y empresas de alimentos de todo el mundo. Con el propósito de cumplir una meta de deforestación «cero neto» para 2020, la empresa no tuvo éxito y ha ampliado su objetivo hasta 2030.
Un árduo camino por recorrer
Formar parte de las empresas preocupadas por el clima es fácil pero atravesar el camino para lograrlo puede estar lleno de más obstáculos:
Google quiere que todas sus operaciones funcionen constantemente con energía renovable para 2030, pero eso podría ser difícil de lograr porque la producción de parques eólicos y solares es todavía pequeña en algunos países.
Microsoft quiere ser “carbono negativo” para 2030 incluso incluyendo las emisiones de Alcance 3. Es casi seguro que ese objetivo requerirá extraer dióxido de carbono de la atmósfera. Estas tecnologías son incipientes y podrían resultar muy caras.
Entonces… ¿Qué necesitan las empresas preocupadas por el clima para alcanzar sus objetivos climáticos? Según Lucas Joppa, director ambiental de Microsoft:
«Si vamos a lograr una economía real con cero emisiones de carbono, necesitaremos que todos actúen. Y eso significa que la acción no puede ser voluntaria. Necesitamos requisitos y estándares que se espera que todos cumplan».
Y algunas de las herramientas y recursos para guiar sus contribuciones a los ODS y más específicamente al ODS 13 que pueden tomar en cuenta son:
- SDG Compass: guía que proporciona herramientas e información a las empresas para alinear sus estrategias, así como medir y gestionar su contribución a la consecución de los Objetivos de Desarrollo Sostenible.
- Los Diez Principios del Pacto Mundial, y la herramienta de elaboración del Informe de Progreso, con la cual reportar sobre esta información.
- Green House Gas Protocol: protocolo internacional de cálculo de gases de efecto invernadero desarrollado entre el World Resources Institute (WRI) y el World Business Council for Sustainable Development (WBCSD), junto con empresas, gobiernos y grupos ambientales de todo el mundo.
- The Ambition Loop: How Business and Government Can Advance Policies that Fast Track Zero-Carbon Economic Growth: informe del Pacto Mundial de Naciones Unidas, el Instituto de Recursos Mundiales (WRI) y el We Mean Business que ofrece orientación a las empresas y al gobierno para acelerar el crecimiento económico sin carbono.
Al momento muchas compañías continúan trabajando y esforzándose para cumplir sus objetivos climáticos, enfocándose a su Responsabilidad Social Empresarial (RSE). Empero, es importante que sus metas se cumplan y no solo se quede en planes imposibles de alcanzar, ya que esto no solo afecta a la reputación de la marca sino al planeta.
¿Lograrán sus objetivos las empresas preocupadas por el clima o estos seguirán siendo solo de palabra?
