Desde su candidatura a la presidencia de Estados Unidos, Joe Biden sostuvo una postura firme en los temas relacionados con el cambio climático. De hecho, este pilar resultó ser uno de los más atractivos para los ciudadanos de dicho país, quienes apostaron por él.
De acuerdo con CNN, el mandatario aseguró que EE.UU. incrementaría su contribución a la financiación mundial para abordar el clima. El proyecto de ley presupuesta US$ 3,5 billones, que contiene en gran medida los presupuestos para los programas de clima y energía limpia de Biden.
En abril anuncié que Estados Unidos duplicaría su financiación pública internacional para ayudar a los países en desarrollo a hacer frente a la crisis climática, y hoy me enorgullece anunciar que trabajaremos con el Congreso para duplicar de nuevo esa cifra, incluso para los esfuerzos de adaptación.
Joe Biden, presidente de EE.UU.
De hecho, el mandatario afirmó que su nueva promesa «convertirá a Estados Unidos en el líder de la financiación pública» para las políticas vinculadas al clima.
Si bien esta noticia pudo resultar alentadora para muchos, al parecer la postura de diversas empresas está siendo totalmente contraria, ya que se actualmente se están oponiendo al proyecto de Biden vs crisis climática.
Biden vs crisis climática
De acuerdo con The Guardian, algunas de las empresas más destacadas de Estados Unidos —incluidas Apple, Amazon, Microsoft y Disney— están respaldando a grupos empresariales que luchan contra una legislación climática histórica, a pesar de sus propias promesas de combatir la crisis climática, según un nuevo análisis.
El proyecto de ley de reconciliación ha sido llamado ‘la acción climática más importante en la historia de nuestro país’ por Chuck Schumer, el líder demócrata en el Senado de los Estados Unidos.
La ironía es que dichas empresas se han declarado ser socialmente responsables y estar preocupadas por los efectos del cambio climático, o por reducir los gases de efecto invernadero, empero, ahora demuestran una postura totalmente contraria.
Un ejemplo de ello es el de Jeff Bezos, ex CEO de Amazon y una de las personas más ricas del mundo, quien ha afirmado que la crisis climática es la «mayor amenaza para nuestro planeta» y la empresa que fundó ha hecho un compromiso para que las empresas reduzcan sus emisiones a cero para 2040.
Otro caso es el de Microsoft, compañía que ha prometido ser «carbono negativo» dentro de una década a partir de ahora, mientras que Disney tiene como objetivo usar solo electricidad de fuentes renovables dentro del mismo período de tiempo.
¿Y la RSE?
Si bien el tema de no apoyar a Biden vs crisis climática podría resultar sorprendente para muchos, la realidad es que no es la primera vez que algo así sucede. En diversas ocasiones, cantidad de empresas se han encontrado en el ojo del huracán debido a que comunican ser socialmente responsables y contar con grandes iniciativas a favor de la sociedad y medio ambiente, pero sus hechos demuestran totalmente lo contrario.
A las grandes corporaciones les encanta decirnos cuán comprometidas están para abordar la crisis climática y construir un futuro sostenible, pero a puertas cerradas, están financiando a los mismos grupos comerciales de la industria que luchan con uñas y dientes para detener el mayor proyecto de ley sobre el cambio climático de la historia.
Kyle Herrig, presidente del grupo de vigilancia Accountable.US, que compiló el análisis.
Hasta el momento, de acuerdo con The Guardian, ninguna de las compañías que tuvo oportunidad de contactar, reprendería la postura de los grupos de presión de los que forman parte y ninguna dijo que revisaría sus vínculos con estos grupos.
Esconderse detrás de estos grupos turbios no solo pone en riesgo nuestro medio ambiente, sino que pone los nombres familiares y la reputación de estas empresas en grave peligro.
Kyle Herrig, presidente del grupo de vigilancia Accountable.US, que compiló el análisis.
¿Quiénes pertenecen al grupo de presión empresarial?
El directorio del grupo de presión empresarial líder incluye ejecutivos de compañías como Microsoft, Intuit, United Airlines y Deloitte, que han expresado su preocupación por el cambio climático (Deloitte incluso incluye enseñar la crisis climática a los empleados en la capacitación de su personal) y han hecho varias promesas para reducir emisiones.
Otro grupo, Business Roundtable, ha dicho que está «profundamente preocupado» por la aprobación del proyecto de ley, en gran parte porque aumenta los impuestos a los ricos. La organización está formada por directores ejecutivos de la empresa, incluido Tim Cook de Apple, quien ha pedido una acción más firme sobre la emergencia climática por parte de gobiernos y empresas.
Otros miembros incluyen a Andy Jassy, director ejecutivo de Amazon, Sundar Pichai, que dirige la empresa matriz de Google, Alphabet, y Darren Woods, director ejecutivo del gigante petrolero Exxon.
Pharmaceutical Research and Manufacturers of America, un grupo comercial que incluye a AstraZeneca entre sus miembros, ha publicado anuncios que atacan el proyecto de ley propuesto. Rate Coalition, otro grupo de presión que tiene a Disney, FedEx y Verizon como miembros, también está planeando un bombardeo publicitario para ayudar a acabar con la legislación, mientras que la Asociación Nacional de Fabricantes, respaldada por Johnson & Johnson, Dow y Goodyear, ha dicho que sí lo está. intentando revertir el proyecto de ley «de todas las formas que puedas imaginar».
Este bombardeo amenaza una legislación que ya enfrenta un peligroso camino a través del Congreso, y el presidente necesita que todos los demócratas del Senado voten por el paquete para que se apruebe.
Joe Manchin, el demócrata centrista de West Virginia que es un importante receptor de donaciones de la industria de los combustibles fósiles, ha dicho que la sección climática del proyecto de ley «no tiene sentido» y ha solicitado que se mantengan los subsidios para el carbón, el petróleo y el gas. Los republicanos se oponen universalmente al proyecto de ley.
Si se promulga, el proyecto de ley establecería un sistema para eliminar gradualmente las emisiones del sistema eléctrico de EE. UU., Proporcionar pagos para apuntalar la energía nuclear libre de carbono y apoyar la adopción de vehículos eléctricos.
Como el primer gran intento de legislación climática en más de una década, el proyecto de ley llega en un momento en que los científicos advierten que el mundo se está quedando rápidamente sin tiempo para evitar un cambio climático catastrófico.
El fracaso de la legislación no solo heriría políticamente a Biden, sino que también obstaculizaría los intentos de impulsar a otros países a tomar medidas más drásticas en las próximas y cruciales conversaciones sobre el clima de la ONU en Escocia.
«Esta es una oportunidad histórica para poner fin a los subsidios a los combustibles fósiles e invertir en un futuro habitable», dijo Lukas Ross, director del programa climático de Friends of the Earth. «No podemos desperdiciar esta oportunidad de aprobar una legislación climática significativa porque podría no haber otra».
«Joe Biden» by Gage Skidmore is licensed under CC BY-SA 2.0
