Pese a que la inversión en materia hídrica en México se ha incrementado tres veces en los últimos seis años, los esfuerzos aún son insuficientes, reconoció José Luis Luege Tamargo, director general de la Comisión Nacional del Agua (Conagua).
Ante ello, el gobierno federal, a través de Conagua, presentó la Agenda del Agua 2030, que incluye lineamientos, programas o acciones para alcanzar los objetivos de modernización y uso sustentable del recurso a largo plazo.
Luege Tamargo admitió que la política hídrica del país no puede reducirse sólo a construir infraestructura para incrementar la oferta de agua, sino que debe proponerse alcanzar la sustentabilidad hídrica para que esta generación entregue a la siguiente una nación con agua suficiente y libre de contaminantes.
«También se requieren cuencas en equilibrio, tanto en aguas superficiales como subterráneas, para garantizar el líquido durante los periodos de sequía», y que «en las poblaciones el agua potable sea de mejor calidad, y así garantizar la salud de las personas».
Los objetivos de la agenda son tener para 2030 ríos limpios, con cuencas en equilibrio y libres de contaminación; cobertura universal de agua potable; seguridad ante fenómenos naturales y los efectos del cambio climático; todas las aguas industriales tratadas, y organismos operadores funcionando eficientemente.
«La meta es que en un año la agenda quede claramente definida y cuente con el respaldo más amplio posible, de modo que las sucesivas administraciones gubernamentales de aquí hasta 2030 evalúen de forma objetiva y transparente los avances, y que sirva de base para definir la estrategia de desarrollo del país.»
De acuerdo con la Agenda del Agua 2030 -trabajo que el año pasado desarrolló un grupo de investigadores de diversas disciplinas y que editó la Academia Mexicana de Ciencias-, si no se actúa desde ahora en abatir los rezagos, para 2015, 8.4 millones de mexicanos carecerán de agua segura.
Imprecisiones
El documento destaca que la información gubernamental en torno al tema es confusa, imprecisa, poco actualizada y poco accesible, y el mismo gobierno no la utiliza ni revisa para proyectos hidráulicos.
«En tanto que el desempeño del Estado es insuficiente y desorganizado, las autoridades no sólo deben regular y administrar los usos y aprovechamientos sociales del líquido, sino que también impulsar con fuerza medidas que tiendan a modificar las prácticas de la ciudadanía que ponen en riesgo la viabilidad a mediano y largo plazos de la relación sociedad-naturaleza.»
Asimismo, aun cuando el cambio climático afectará la cantidad y calidad del agua, las autoridades no cuentan con un plan para enfrentar esa situación.
La Agenda del Agua alerta que el sector más perjudicado ante la carencia del líquido es el infantil. Cálculos a nivel internacional estiman que cada año mueren en el mundo dos millones de menores como consecuencia directa de la contaminación del vital elemento; sin embargo, en México no existan cifras exactas al respecto.
Respecto a la calidad del agua los especialistas indican que ha disminuido en los últimos años y que actualmente sólo 32 por ciento del recurso puede considerarse excelente, mientras la fuertemente contaminada supera el 10 por ciento.
El informe «Los recursos hídricos en el mundo», de la ONU, subraya que la insuficiencia de agua potable y mala calidad del líquido a nivel mundial se debe en gran medida a la gestión deficiente, la corrupción, la falta de instituciones adecuadas y el déficit de nuevas inversiones.
La ONU apunta que cada año se podría salvar la vida de 1.6 millones de personas si tuvieran acceso a abastecimientos de agua potable e instalaciones sanitarias e higiénicas.
Calcula que en 2030 la población mundial necesitará un 55 por ciento más de alimentos para subsistir, lo cual se traducirá en un incremento de la demanda de agua para sembradíos, que actualmente representa 70 por ciento de toda el agua dulce destinada al consumo humano.
Financiero – sociedad, p. 33