La empresa mundial de cosméticos L’Oréal, ha revelado un nuevo y amplio conjunto de objetivos de sostenibilidad, comprometiéndose a alcanzar la neutralidad del carbono para el 2025, reduciendo a la mitad las emisiones de carbono, utilizando energías renovables al 100% y asegurándose de que todos los envases de plástico procedan de fuentes recicladas o de base biológica.
Matt Mace en edie nos comparte la estrategia de la campaña L’Oréal para el futuro la cual esboza un nuevo conjunto de compromisos de sostenibilidad para el 2030, con varios objetivos también fijados para el 2025.
La estrategia compromete a los centros de fabricación, administrativos y de investigación del Grupo a alcanzar la neutralidad de carbono para el año 2025 mediante mejoras en la eficiencia energética y la obtención de energía 100% renovable. A finales de 2019, L’Oréal contaba con 35 sitios de carbono neutro que utilizaban 100% de energías renovables, incluyendo 14 fábricas.
Se han fijado otros dos objetivos principales para el 2030. L’Oréal obtendrá el 100% de los plásticos utilizados en sus embalajes a partir de fuentes recicladas o de base biológica y reducirá sus emisiones de gases de efecto invernadero en un 50% por producto acabado, con respecto a la línea base del 2016.
La revolución sostenible de L’Oréal está entrando en una nueva era. Los desafíos a los que se enfrenta el planeta no tienen precedentes y es esencial acelerar nuestros esfuerzos para preservar un espacio operativo seguro para la humanidad. Lo hacemos en nuestras propias operaciones comerciales y en nuestra contribución a la sociedad en general. Sabemos que los mayores desafíos están por venir y L’Oréal permanecerá fiel a su ambición: operar dentro de los límites seguros para el planeta.
Jean-Paul Agon presidente de L’Oréal.
Los compromisos se apoyarán a través de la iniciativa Metas Basadas en la Ciencia, pero también se tomarán medidas adicionales para abordar la gestión del agua y la preservación de la biodiversidad.
L’Oréal ha desarrollado un sistema de etiquetado sobre el impacto ambiental y social de los productos, que permitirá, por ejemplo, escalar los productos de la A a la E en lo que respecta a los impactos ambientales. El sistema ha sido verificado por los auditores de Bureau Veritas Certification. Este etiquetado se colocará primero en la gama de productos Garnier y se extenderá a otros productos en una fecha posterior. La compañía también reveló un gran compromiso financiero con la RSE en mayo.
El programa L’Oréal para el Futuro es un «programa de solidaridad» social y ambiental con capacidad de respuesta, cuyo objetivo es contribuir a la regeneración de los ecosistemas dañados y a la prevención del cambio climático, apoyando al mismo tiempo a las mujeres vulnerables durante la crisis social y económica generada por la pandemia de coronavirus.
El fondo se divide entre plataformas sociales y ambientales. L’Oréal ha comprometido 50 millones de euros para apoyar a las mujeres que se están viendo desproporcionadamente afectadas por la crisis de COVID-19, sobre todo en lo que respecta a la pérdida de empleo e ingresos así como al riesgo de violencia doméstica y sexual. El Fondo de Población de las Naciones Unidas (UNFPA) advierte que la violencia doméstica aumentará en un 20% como resultado del confinamiento.
También se ha creado un fondo de 100 millones de euros para la regeneración del medio ambiente natural. Un Fondo para la Regeneración de la Naturaleza de 50 millones de euros se utilizará para financiar proyectos de restauración de ecosistemas marinos y forestales que también creen nuevas oportunidades de desarrollo social y económico para las poblaciones que dependen de estos ecosistemas.
L’Oréal se propone restaurar un millón de hectáreas de ecosistemas degradados, capturar de 15 a 20 millones de toneladas de CO2 y crear cientos de oportunidades de empleo para el año 2030.
Los 50 millones de euros restantes se destinarán a promover la economía circular y L’Oréal pretende desarrollar soluciones y nuevos modelos de negocio que impulsen el reciclaje y la gestión de los residuos plásticos.
Esta es una de las pocas empresas a las que CDP ha concedido una puntuación de «A» en tres temas clave: la protección del clima, la gestión sostenible del agua y la lucha contra la deforestación.
Desde 2005, la empresa ha reducido el consumo de agua por litro de producto terminado en un 48%, a pesar de que el negocio creció casi un tercio en ese tiempo. En el mismo plazo, el grupo ha reducido las emisiones de carbono de sus plantas y centros de distribución en un 78% en términos absolutos, lo que supera el objetivo del 60% para el 2020.
