Tailandia y Japón encabezan un proyecto que podría evitar la producción de 52,000 toneladas de bióxido de carbono
Tailandia y Japón encabezan una apuesta por utilizar cada vez más el sol como fuente energética.
La planta de Lopburi es un ejemplo de ello.
Las empresas asiáticas comenzaron en la década de 1990 a invertir en energía solar y recientemente han diversificado sus operaciones globales en esta industria a través de la planta de Lopburi en Tailandia, una de las más grandes del mundo.
La obra cuenta con 500,000 paneles que absorben la energía solar, que será traducida en electricidad para 70,000 viviendas de la región y se estima que evitará la producción de 52,000 toneladas de bióxido de carbono anual.
Con ello, Tailandia busca diversificar sus fuentes de energía renovable, abastecer su demanda doméstica y, en el futuro, expandir el modelo y oferta a países vecinos, lo que la convertiría en proveedor y centro de desarrollo regional.
Si bien, según BP Statistical Review of World Energy, Alemania domina 36% del mercado mundial de la producción y la tecnología solar, la evolución de los modelos de Tailandia y Japón son una referencia.
«Las inversiones en proyectos solares de gran escala son más altas que las de fuentes fósiles, pero países como Corea, Filipinas, Japón y Tailandia, han establecido programas de apoyo para incentivar el crecimiento en esta industria”, señaló Krittayamon Paocharoen, experto del Banco Asiático de Desarrollo (ADB).
La industria solar ha cobrado mayor fuerza como fuente energética global, no solo por el avance o la innovación tecnológica que caracteriza a este sector, sino por convertirse en un motor clave para que los países renueven su política energética.
De acuerdo con especialistas del ADB, la tecnología solar fotovoltaica se posiciona como la fuente de generación con mayor crecimiento a nivel mundial y, según sus estimaciones para 2030, el costo de la energía solar y las fuentes tradicionales podrían alcanzar un precio estable.
En México, el valor del mercado solar se estima en 150 millones de dólares y según la Prospectiva del sector eléctrico 2012–2026, para el año 2024, 35% de la energía generada en México provendrá de fuentes no fósiles.
Uno de los mayores retos para el sector son eliminar o redireccionar los subsidios energéticos. La clave está en tener esquemas de financiamiento y operación más flexibles, así como la integración de nuevos agentes de desarrollo como actualmente sucede en Tailandia y Japón.
Fuente: CNN Expansión